Según la profesional, muchas mujeres llegan a consulta con dolores en zonas como la rodilla, cadera, tobillo o pelvis, sin sospechar que el origen está en la cicatriz de la cesárea. “No importa cuánto tiempo haya pasado desde el parto. A veces es justamente el paso del tiempo lo que lleva a que se manifiesten otras dolencias, incluso a nivel de órganos internos”, explicó.
Entre los síntomas más frecuentes asociados a una cicatriz de cesárea mal tratada están el dolor en la pelvis, zona lumbar, rodillas o tobillos, además de tensiones musculares, molestias viscerales e incluso incontinencia urinaria. Esto se debe a que durante la intervención quirúrgica no solo se corta la piel, sino también varias capas más profundas, incluyendo músculos.
“Nuestro cuerpo funciona en cadenas musculares, todo está conectado”, indicó Kolling. Por eso, liberar correctamente la cicatriz a través de masoterapia, liberación miofascial, punción seca o ejercicios posturales, puede aliviar de forma significativa muchos de esos dolores. El enfoque es integral y personalizado.
La recomendación de la especialista es que toda mujer que haya tenido una cesárea realice una evaluación fisioterapéutica específica del suelo pélvico y la faja abdominal. “Durante nueve meses el cuerpo sostuvo a un bebé, muchas estructuras se alteran, y es clave saber en qué estado están para poder direccionar correctamente el tratamiento”, señaló.
Más allá del alivio físico, el abordaje terapéutico también tiene un impacto emocional profundo. “Muchas veces las mujeres vuelven a sentirse ellas mismas, recuperan seguridad, autoestima y calidad de vida, con el simple hecho de darse el tiempo para cuidarse y sanar”, sostuvo Kolling.
En el Rekoll Centro de Fisioterapia, ubicado en Asunción, ofrecen tratamientos especializados para mujeres en etapa de postparto y también para aquellas que arrastran molestias desde hace años. La clave, insistió la licenciada, está en no normalizar el dolor y buscar orientación profesional adecuada.
Porque sanar una cicatriz no es solo cuestión estética: es recuperar el equilibrio de todo el cuerpo. Y como bien dijo Renice Kolling, “una mujer que se da tiempo para recuperarse, está dando un paso enorme hacia su bienestar integral”.
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