En la promoción actual del Young Global Leaders fueron seleccionadas 112 personas a nivel mundial, de los cuales nueve son de origen latinoamericano. El programa dura cinco años y tiene financiamiento de la Unión Europea (UE)
-¿Cómo servirá formar parte de este programa?
-El programa del Foro Económico Mundial nos permitirá tocar más puertas para llevar la cultura y riquezas artísticas del país a otros puntos del mundo. Trabajar con el foro puede ser fundamental para mejorar la calidad de vida de mucha gente que depende de la artesanía nacional.
-¿Cómo evaluás el trabajo del IPA en el contexto de la pandemia?
-El IPA cuenta con un plan de contingencia que tiene como eje principal la promoción de la artesanía paraguaya a través de redes sociales, el contacto con el sector privado, la generación de nuevos canales de comercialización y la generación del Directorio General de Artesanías del Paraguay, que creamos para promocionar los trabajos.
Identificamos que en estos últimos dos años se crearon más de 150 negocios comerciales de venta de artesanía paraguaya a través de la promoción y revalorización. Hoy la artesanía paraguaya se está exportando, muchas empresas nacionales como transnacionales comercializan artesanía textil, en cueros y otros tipos de producción. También tenemos un programa de creación de escuelas salvaguarda, que iniciamos en Piribebuy. El año pasado inauguramos la segunda escuela en Yataity y este año inauguramos la tercera en Carapeguá y el año que viene iremos al Chaco.
-¿A qué te dedicabas antes de estar a la cabeza del IPA?
-Trabajé en muchas áreas del sector privado. Inmediatamente antes de entrar a la función pública tenía una tienda de alta costura que se llamaba CasaNovia y también contaba con un atelier personal.
-¿Se podría decir que el diseño de alta costura es tu formación profesional?
-En parte, estudié psicología en la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción (UCA), fui a México para especializarme en psicoterapia del arte, hice cursos de diseño de alta costura en Europa y durante 10 años me dediqué a eso, tanto en lo mobiliario como en el rubro de novias, utilizando elementos nacionales.
-¿Tenías algún tipo de familiaridad trabajando con comunidades indígenas o campesinas?
Siempre fui cercana al trabajo por la conservación del arte, pero cuando entré al IPA tuve que recorrer dos veces todo el Paraguay. El primer año y medio de gestión agarramos la camioneta y recorrimos las comunidades que conforman el país para identificar las necesidades de cada grupo y definir el foco de la gestión. Hoy tenemos mapeado todo el Paraguay de forma digital y pedimos apoyo de la Naciones Unidas para generar un Plan Nacional de Artesanías.
Cada día es un aprendizaje porque Paraguay tiene alrededor de 40.000 artesanos, el IPA trabaja con los 19 pueblos indígenas ubicados en el territorio y coordinamos tareas con 80 ciudades que propician el arte popular. Nosotros tenemos una riqueza extensa, eso se puede ver en nuestro Mapa de Arte Popular, que lanzaremos oficialmente en días. La idea es conseguir financiamiento de la CAF para que ese instrumento esté en la web y que todo el mundo tenga acceso a él, de esa manera cualquiera podrá conocer la ruta del ao po’i y otras rutas para recorrer.
-¿Cuáles son las necesidades más urgentes que lograste identificar en las distintas comunidades con las que trabajas?
-Depende de muchos factores identificar cuáles son las necesidades más urgentes. En el Chaco, por ejemplo, están carentes de derechos básicos como el acceso al agua y la luz. En la comunidad de Bahía Negra no cuentan aún con luz eléctrica y necesitan acceder a rutas que le den mejor comunicación con el resto del país.
Para solucionar esto debe haber un compromiso real de las instituciones, incluyendo al gobierno central con los gobiernos departamentales y municipales. El acceso a la educación, a la salud, a la vivienda digna son deudas históricas que debemos retribuir. El IPA también está comprometido con estos puntos en mi gestión, no solamente buscamos vender la producción artística de las comunidades, sino generar un impacto positivo en sus vidas.
-¿Te interesa seguir trabajando en el sector público o te sentías más cómoda en el sector privado?
-Me enamoré del sector público. Creo que hay que animarse a decir que sí, se puede trabajar en el Estado teniendo lineamientos claves como la transparencia, cero corrupción, visión, gestión y creatividad. Pienso que lo más importante en el sector público es el compromiso con el país e intentar dejar una herencia para consolidar los cambios.
Tu opinión enriquece este artículo: