La tasa de interés de política monetaria se mantendrá en 8,5% pese a que la inflación se redujo, aunque se espera que la recuperación económica cambie este escenario paulatinamente.
Aunque la proyección de crecimiento del país ronda en 4,5% en cuanto al Producto Interno Bruto (PIB), la región experimenta una expectativa de desaceleración de la actividad económica en grandes países como Argentina y Brasil, con una mejora en este último.
También las economías avanzadas proyectan menor volatilidad financiera, pero la inflación interanual sigue moderada en Estados Unidos y la Eurozona. Por lo tanto, se prevé que continúen los niveles elevados durante el 2023.
Con este panorama y con bancos regionales que revisaron al alza los pronósticos de inflación para este año, Paraguay sigue una línea de mantener la misma tasa, atendiendo a que la inflación de marzo fue del 0,4%, movida por la disminución del costo del combustible.
Beltrán Macchi, director ejecutivo de Visión Banco, explicó que las tasas de interés activas, es decir, la tasa que se cobra por los préstamos, se compone por un lado del costo del dinero que los bancos captan (nuestro sistema funciona principalmente con guaraníes y dólares), y por otro, por los costos operativos de los bancos, que también son afectados por el nivel de inflación, y finalmente por los costos de los créditos impagos (previsiones sobre cartera en mora). En este sentido, sostuvo que este último “todavía debe estabilizarse”.
Según Macchi, desde el sector aguardan que la inflación se reduzca, que se estabilicen los costos operativos y cambie la tendencia del costo de los créditos impagos, atendiendo que es un año de recuperación económica.
“Como bien se advierte, la inflación se ha quedado en un nivel y las tasas de política monetaria también y este es un primer determinante de las tasas de interés en el mercado”, aseveró.
Con relación a las proyecciones a futuro, el directivo indicó que, pese a la estimación positiva del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), “quedan los desafíos macroeconómicos en términos del déficit fiscal, tasa de interés e inflación, que esperamos a fin de año claramente muestre una reducción importante. Aunque no depende sólo de factores internos”.
Por otro lado, recordó que queda el desafío de cómo seguir financiando las obras públicas y reducir la informalidad. “El desafío más grande es traducir el crecimiento del PIB en más empleos dignos para la población y ahí la herramienta fundamental es la inversión privada”, aseveró.
Paralelamente mencionó que con la conclusión del proceso eleccionario y la nueva conducción en el país, “se abre una oportunidad importante de atraer inversiones extranjeras además de las locales en forma importante. Este periodo de transición es sensiblemente importante para que las señales positivas al mercado empiecen cuanto antes”.
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