“Como paraguayo creo que es muy interesante que se utilicen los productos nacionales. El asfalto es un material importado, y el cemento para el hormigón es de producción nacional”, expresó Paul Sarubbi, titular de la Cámara Vial Paraguaya (Cavialpa).
La Ley Nº 5.841 es del 2017 y establece que los proyectos de obras viales deben usar pavimento rígido, es decir hormigón, pero hasta el momento no había podido ser llevada a la práctica porque la industria nacional no producía cemento en la cantidad necesaria.
“Antes teníamos el inconveniente de que carecíamos de la cantidad necesaria de cemento para encarar grandes obras. Hoy eso está solucionado porque tenemos tres plantas operativas que cubren de sobra las necesidades del país. Con la producción de la INC, Yguazú y Cecon, no tenemos problemas de disponibilidad de material”, agregó Sarubbi.
El presidente de la Cámara Paraguaya de la Industria del Hormigón Elaborado (Capihe), Enio Quevedo, recordó que anteriormente en Paraguay sólo se producía alrededor 1,4 millones de toneladas de cemento, lo que implicaba un déficit anual de casi 500 millones de toneladas, que se suplía con material importado.
Lo que conviene
Sobre si es mejor recurrir al hormigón antes que al asfalto para pavimentar las rutas del país, Sarubbi explicó que se debe analizar la viabilidad técnica y económica de cada proyecto, porque hay algunos que seguramente van a ser más rentables con cemento y otros con asfalto.
“Lo que hay que tener en cuenta es que el pavimento rígido, el cemento, tienen mayores costos de inversión inicial pero tiene una vida útil mayor que el asfalto, que tiene menores costos de inversión inicial pero una vida útil menor. Ahí es donde hay que hacer un análisis económico financiero de cada caso en particular para saber cuál es el más rentable y adecuado”, añadió Sarubbi.
El profesional indicó que todavía no se cuenta con estimativo de costo por kilómetro si se utiliza hormigón, pero indicó que un kilómetro de asfaltado puede costar de US$ 700.000 a US$ 1,2 millones. “Es muy variable, dependiendo del lugar en el que se hace, del tipo de proyecto, si se va a utilizar mucha piedra, poca piedra, si está cerca o lejos; en el Chaco tenés que llevar la piedra a unos 500 km, lo que encarece muchísimo el flete. Hay zonas donde tenés que hacer muchísimas alcantarillas, muchísimos puentes. Hay muchas variables”, aclaró.
En cuanto a la vida útil de cada material aseguró que también depende de cada proyecto. Con asfalto se puede hacer una ruta para 10, 15, 20 años, mientras que las rutas de hormigón se proyectan para plazos más largos, entre 25 y 30 años.
“Hay espesores mínimos que cumplir para que funcione el hormigón. Eso no significa que no se deba hacer mantenimiento, ya que al año pueden aparecer fisuras, baches, pero eso es absolutamente normal en cualquier construcción. Todo lo que se hace puede requerir intervenciones pero para eso está el mantenimiento, para ir reparando las imperfecciones que van a apareciendo”, apuntó.
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