“Estamos cerrando un poco mejor que el 2019, un adelanto enorme, porque todavía no salimos de la pandemia; pero estamos viendo la luz al final del túnel. Eso es muy importante porque tuvimos que reinventarnos en un plazo muy corto y creo que dio sus frutos”, expresó Jorge Léoz, presidente de Amandau.
Por su parte, Alejandro Núñez, gerente de El Heladero, afirmó que este año no fue fácil, porque hubo una recesión en todos los rubros. “A pesar de lo difícil que se puso todo, como primera medida mantuvimos la calidad, en precios tampoco subimos mucho, pero las promociones fueron las que más nos ayudaron para seguir moviendo la producción y mantener al personal; también abrimos nuevos locales.”, destacó.
La temporada alta del sector empieza alrededor de octubre y se extiende hasta abril, durante el período de calor, pero a pesar de que nuestro país con un clima que, a priori, parecería más favorable para la ingesta de helado, los números dicen otra cosa: en Paraguay solo se consume algo menos de 2 litros por habitante al año, lejos de los 10 litros per cápita que registra Chile, el de mejor guarismo en esta parte del mundo.
Y si comparamos los números de Paraguay con los de Nueva Zelanda -con más de 5 millones de habitantes-, el de mayor consumo anual, con 26 litros por habitante, vemos el potencial que tiene la industria local para crecer. “Depende de nosotros para seguir creciendo. Si pasamos de 2 a 4 litros por persona al año ya tendríamos un crecimiento del 100%”, aseguró Léoz.
Según los referentes del gremio, el clima tiene poco que ver con este panorama, habida cuenta de que Chile es un país más frío que Paraguay, y que en otros países como Argentina y Uruguay, ubicados en latitudes más templadas, el consumo se mantiene durante todo el año.
Entonces ¿por qué en Paraguay no se toma tanto helado? “Depende mucho del poder adquisitivo de la gente, cómo te vas posicionando y llegando donde hay demanda de helado. Con Amandau, con las franquicias llegamos casi a todo el país, entonces el consumidor tiene a mano el producto. Hay mucho para crecer todavía, y el cielo es el límite”, manifestó .Léoz.
Para Núñez, la cuestión tiene que ver con el marketing. “Nosotros estamos invirtiendo en eso, en redes sociales, que nos ayudaron mucho en la pandemia para generar nuevos clientes; o combinar el helado con otras cosas. En El Heladero combinamos con brownies y salió bien”, expuso.
A mantenerse frescos
La visión es optimista de cara al 2022, toda vez que no haya algún retroceso en cuanto a restricciones por el coronavirus. “Todos sienten lo mismo con respecto al año que viene, y por eso todos están creciendo, invirtiendo en tecnología, en materias primas nuevas, investigando: este es un mundo apasionante, muy competitivo y la gente está innovando”, resaltó Léoz.
El ejecutivo de El Heladero, por su lado, sentenció: “Veo con esperanza el año que viene; es prácticamente normal ya la afluencia de clientes, y creo que va a haber mayor circulante que el año pasado”. Los números fríos muestran que el futuro del helado en Paraguay no está congelado.
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