“Sigue habiendo movimiento y se va a mantener. Claro que hay factores que están cambiando un poquito el mercado, pero siguen las ventas, sobre todo de productos de inversión”, afirmó Kolling, quien agregó que no disminuirá la ejecución de obras durante el 2023.
Si bien el panorama para este año no deja de ser favorable, el gremio todavía no tiene los datos para ponerles números, los cuales saldrán de un estudio que ahora mismo se encuentra en proceso.
“Lo que sí vemos es que hay una pequeña saturación de ciertos productos. Ya tenemos muchas ofertas de viviendas de un dormitorio y de dos dormitorios, que era el destino de la inversión. Y también vemos que el inversor se va a ver afectado en el retorno porque subieron todos los costos: los constructivos y las tasas”, manifestó.
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El problema es que el propietario no podrá trasladar los costos al precio del alquiler porque no va a encontrar gente dispuesta a alquilar a tarifas más altas, una realidad que ya se está dando en este momento. “Hay un monto que el paraguayo puede pagar para ese tipo de producto. Y para que se muevan esas unidades el inversor tiene que ser consciente de que va a recibir menos”, destacó.
Entre los factores que incrementarán los costos de construcción también se debe incluir el ajuste del impuesto inmobiliario, un factor más que hará que disminuya la rentabilidad del inversor, y eventualmente haya una suba en los alquileres.
“El inversor tiene que decidir si gana menos o traslada al cliente final ese incremento. Y al no haber ajuste salarial, el consumidor final de alquileres no puede pagar más y buscará volver a opciones más baratas”, advirtió Kolling.
Otro aspecto resaltante es que el precio final de las viviendas está relacionado con la calidad, que depende de una decisión de los desarrolladores, y muchos de ellos ejecutaron productos de terminación superior a los del mercado, que hoy no están pudiendo alquilar.
“El que va a fijar cuánto va a ganar el inversor es el consumidor final, lo que puede pagar, y que no es más de G. 3,5 millones, ese es el monto que para ese tipo de producto por el que tal vez se pueda pagar G. 4 millones como máximo”, indicó Kolling.
¿Hacia dónde apunta la tendencia?
La desarrolladora aseguró que la dirección apunta a las unidades de primera vivienda en las ciudades de alrededores de Asunción. “Donde también vemos que hay una necesidad es en la inversión en los edificios corporativos”, sostuvo.
En cuanto a los demás productos dijo que hay muchos de ellos que están en construcción, que son los que ya estaban previstos realizar y cuya ejecución todavía no había comenzado. Y si bien es posible que no haya nuevos emprendimientos, la ejecución de obras no se detendrá.
Pero sí habrá proyectos nuevos, muchos de ellos productos Premium, como barrios cerrados en las ciudades de los alrededores de la capital. “Son productos que tienen demanda. Va a haber un crecimiento y no va a parar porque son proyectos que estaban diseñados, planificados”, insistió.
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J Fernandez :
En síntesis. Esta explotando la burbuja