Un análisis realizado por técnicos de la municipalidad de Asunción verificó que la aplicación y el software utilizados por Parxin para poner en vigor el estacionamiento tarifado en la capital no reúnen las exigencias requeridas para su utilización.
En este argumento se respalda la comuna capitalina para rescindir el contrato de concesión con la citada empresa. Parxin, por su parte, emitió un comunicado en el que asegura haber cumplido los requerimientos y se espera que recurra judicialmente la medida. El proceso de rescisión llevaría al menos 90 días, según las estimaciones de la municipalidad.
Al respecto, Ricardo Meyer, -especialista en rehabilitación de poblados históricos e impulsor de la campaña No al estacionamiento tarifado en Asunción- advirtió que si bien desde el punto de vista legal la forma es importante lo que hay que discutir es el fondo del problema.
“Seguramente por la aplicación formal de una cláusula del contrato se lo pueda rescindir, pero el debate debería ser sobre la necesidad de que la gente se pueda mover dentro de la ciudad sin tener que recurrir a un vehículo individual, y que eso mejore su calidad de vida, su economía”, dijo.
El experto aseguró que el estacionamiento tarifado solo no es la solución para el ordenamiento del tránsito y la circulación. “Es una herramienta, pero no la única que se debe utilizar para desalentar el uso del vehículo individual; tenemos que darle a la ciudadanía la opción de dejar sus vehículos, porque ese es el motivo de tarifar el estacionamiento, no la recaudación”, añadió.
Meyer indicó que el estacionamiento tarifado existe en otros países pero que para que sea efectivo hay que darle al ciudadano alternativas de movilidad “o si no las calles van a seguir saturadas, los lugares de estacionamientos van a seguir llenos, porque si no disminuye la cantidad de autos es imposible que mejore la circulación”.
El profesional abogó para que el plan siga en suspenso o no se implemente hasta contar con un sistema de transporte público eficiente, y que una vez que la gente pueda vivir cerca de su lugar de trabajo entonces sí desalentar el uso del vehículo particular, para que el espacio público sea para el peatón.
¿Qué opciones hay?
En otros países el sistema de transporte público contempla la posibilidad de trasbordo entre las distintas modalidades (autobuses, trenes, subterráneos), pero en Paraguay no se cuenta con tantas opciones. También hay otras medidas, como restringir la entrada de automóviles a la ciudad por días según el último número de chapa, una práctica vigente en San Pablo, Brasil.
Otra iniciativa que llegó a sugerirse fue el horario escalonado, cuyo objetivo era la descongestión vehicular, ya que tenía previsto que el ingreso en el sector educativo sea a las 8:00, en las instituciones públicas a las 8:30, en las oficinas privadas a las 9:00. Mientras que en el sector financiero y los centros comerciales el inicio sea a las 9:30.
También se podría hablar del carpooling (o viajes compartidos), en donde en un automóvil, varios pasajeros comparten la misma ruta, lo cual podría implementarse mediante apps, por ejemplo, o desde las propias empresas.
Así también, si vamos al top de ciudades con movilidad sostenible, por ejemplo Copenhague, Dinamarca, apuesta a la inversión de su red de transporte público, con línea de trenes y autobuses eléctricos. Así como políticas de incentivo para el uso de bicicletas y hasta un programa para alquilar bicicletas públicas.
Y si se habla del centro de Asunción, un pedido común de varios empresarios de la zona es mejorar la seguridad, lo que en un momento dado los llevó a cerrar más temprano sus negocios.
“Debemos tener métodos alternativos para que la gente pueda vivir cerca de sus lugares de trabajo o de estudio y de diversión, o tener un sistema que le permita llegar y salir con seguridad”, detalló Meyer.
El objetivo es disminuir la cantidad de vehículos que ingresan a la capital, pero no la gente, que, por el contrario, se debería aumentar porque “es la que da vida a los negocios locales, seguridad a un espacio y es la que consume”.
Meyer también manifestó que no hubo una consulta popular antes de llevar adelante el proyecto. “Las autoridades son representantes, y deben consultar a las personas a las que representan antes de tomar estas medidas que son totalmente antipopulares, pero, además, no se iba a solucionar el problema de fondo, por lo que no tenía ningún sentido”, remarcó.
Estacionamiento tarifado: ¿Una traba para el comercio céntrico?
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