¿Qué consecuencias tiene la calificación de Moody´s?
La noticia nos cayó en un momento clave para Paraguay considerando que necesitamos reestructurar nuestro modelo productivo. El acceso a mayores flujos de inversión va a poder canalizarse hacia sectores que necesitan ser desarrollados justamente para lograr esa diversificación productiva y poder tener un crecimiento económico más sostenido en el tiempo, que es una de las demandas sobre la economía paraguaya.
¿Cuáles son los sectores con mayor potencial para recibir inversiones?
Paraguay tiene todavía mucho espacio y potencial en los sectores económicos. Esta es una noticia positiva que va a poder acelerarse con el grado de inversión. Vemos al sector industrial como el camino que Paraguay tiene que tomar para lograr el desarrollo económico. Es inevitable que tengamos que pasar por esa etapa de industrialización y converger más hacia un modelo de economía de servicios. Entendemos que las inversiones pueden venir por el lado de la industria, donde Paraguay tiene muchas ventajas competitivas.
En esta expo se destacó lo que ya sabemos, que Brasil tiene un peso importante en nuestra economía. ¿Puede ser la punta de lanza de las nuevas inversiones?
Absolutamente. Brasil es un aliado estratégico para la economía paraguaya, y gran parte del crecimiento que hemos tenido es gracias a los inversores brasileños que vinieron y apostaron por Paraguay. Hoy tienen más razones para hacerlo ya que el grado de inversión nos da el sello de garantía de que somos una economía confiable, previsible y con todas las ventajas competitivas que ya conocemos. Es un incentivo superior tanto para los inversores brasileños como para los de otros países.
¿Cómo estamos en cuanto a tecnología?
Con la noticia del grado de inversión tuvimos que tomar velocidad en muchos de los cambios que estamos implementando. La inversión en tecnología es una realidad, es algo que ya el mundo actual nos obliga a tener que incentivar y, más allá de eso, también a readaptar los procesos para que esto pueda ser óptimo para el inversionista de afuera.
¿Qué cambios tienen que producirse al interior de las empresas?
Probablemente lo que necesitemos de nuestro sector empresarial es una mayor apertura y un cambio de paradigma. Tenemos empresas que se caracterizan por ser muy conservadoras. Hoy con el grado de inversión la economía va a tomar otra dimensión y va a tener otro contacto con el mundo, uno mucho más abierto, y no solamente a través del mercado de bienes, que es a lo que estamos acostumbrados. Ahora vamos a estar conectados con el mundo financiero, y eso requiere una apertura de parte de las empresas. Y ahí hablamos de cuestiones de gobernanza, de gestión financiera, de procesos y demás que van a tener que ir adaptándose a esta nueva realidad que requiere de modelos más sofisticados.
¿Es posible llegar a eso en el contexto actual?
Creemos que es totalmente factible. Así como las empresas son conservadoras, también son muy solventes, muy robustas, tienen la capacidad de hacerlo. El camino es la profesionalización, claramente, y también hay un componente característico de Paraguay y es que tenemos mayormente empresas familiares, así que vamos a tener ir armando ciertos protocolos dentro de ellas como para poder capitalizar el impacto positivo que tiene el grado de inversión.
¿Esos beneficios van a permear hacia abajo?
Por supuesto. Lo que necesitamos es inversión para que esa demanda social de que los beneficios de la macroeconomía bajen a las micro sean más tangibles en los próximos periodos porque la inversión trae consigo la expansión de las empresas, la creación de nuevas compañías, generación de mano de obra, aumento del ingreso, incorporación de tecnología, que son situaciones positivas para que el ciudadano común también pueda sentir los beneficios.
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