Primero que nada, se debe entender que existen dos modalidades de spa, según Rapalín, el modelo tradicional, que consiste en un espacio donde las personas pueden ir a realizarse tratamientos y pasar el resto del día, y el modelo urbano donde las personas van a realizarse tratamientos breves.
En cuanto a la cantidad de personas que se necesitan para poner en marcha un día en el spa, Lourdes señaló que por turno se necesitan mínimamente unos cinco profesionales, sin contar todos los otros colaboradores. Y sobre este punto, Delgado indicó que ellos cuentan a diario con 20 colaboradores activos en sus turnos.
"Desde nuestra apertura hace 14 años, trabajamos en ofrecer distintos tratamientos para mujeres. Nuestro concepto siempre se basó en ser un spa y club de mujeres, que con el paso de los años vamos potenciando con nuevas actividades y servicios", expresó Delgado.
Sobre la modernización del sector, la directora de Serena Spa explicó que no solamente se ocupan de ofrecer tratamientos, sino de generar espacios de interés por medio de charlas informativas o actividades para las clientas frecuentes, para que puedan interactuar con sus pares de forma frecuente y así también puedan quitar más herramientas para su vida cotidiana. "Buscamos el equilibrio entre la mente y el cuerpo de las usuarias", aseguró.
Las inversiones más fuertes están en la infraestructura en general, incluyendo en los costos: el elevado precio de las máquinas para tratamientos y también la capacitación constante de los recursos humanos.
"Se debe invertir mucho en capacitación, ya que si adquirís una máquina de US$ 80 mil, pero la profesional no sabe cómo utilizarla ni las distintas funciones, de nada sirve. Entonces es fundamental invertir en los recursos humanos para que los clientes puedan acceder a excelentes servicios", aclaró Rapalín.
La inversión varía de acuerdo a la cantidad de máquinas, a la infraestructura y los profesionales con cuente cada spa, pero uno equipado con tecnología de punta y con personal capacitado activo puede estar por encima de los US$ 300 mil, como mínimo.
Mercado en crecimiento
"El uso de los tratamientos depende de la cultura, nada tiene que ver con el nivel económico, sino más bien con la importancia que le da una persona al cuidado estético, al verse bien y sentirse bien", sostuvo la directora de Bethel.
Rapalín mencionó que actualmente el mercado paraguayo está ofreciendo oportunidades interesantes en este segmento, motivo por el cual vinieron a verter sus servicios profesionales, con 15 años de vigencia en Uruguay.
A su vez, Delgado afirmó que se debe entender que la pausa o relajación que brindan los spas son necesarias teniendo en cuenta los tiempos acelerados que viven las personas a diario.
"Cuando abrimos Serena Spa éramos prácticamente las únicas que brindábamos este tipo de servicios, por eso seguimos manteniendo intacto nuestro esquema de calidad y profesionalismo. La competencia en los últimos años creció a un ritmo incesante, pero al contrario de preocuparnos, nos ayuda a seguir mejorando cada día", concluyó Claudia.
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