En las últimas semanas, una misión encabezada por autoridades paraguayas y representantes de la Cámara de Comercio Paraguay–Brasil (CCPB) y la Rediex mantuvieron una intensa agenda de encuentros con referentes de los sectores textil, maderero e industrial, en las ciudades de Joinville y Blumenau, con resultados alentadores que anticipan nuevas inversiones y alianzas productivas.
El agregado comercial de Paraguay en Curitiba, Jhonny Ojeda, destacó que, “uno de los objetivos fue socializar las ventajas que ofrece Paraguay para la instalación de industrias. En dos días logramos conectar con cerca de 80 empresas, muchas de ellas interesadas en explorar oportunidades de producción en nuestro país”, explicó Ojeda.
El encuentro empresarial realizado en Blumenau, organizado por la CCPB junto con la empresa Flather & Company, reunió a los principales referentes del sector textil del sur de Brasil. Según detalló Fabio Fustagno, presidente de la Cámara, el interés brasileño se sustenta en dos factores concretos: la mano de obra y las ventajas en términos de energía, costos y estabilidad macroeconómica.
“El estado de Santa Catarina es altamente industrializado y, junto con São Paulo, uno de los motores de la economía brasileña. Pero hoy las industrias, sobre todo las confeccionistas, enfrentan un gran problema de escasez de mano de obra. Por eso miran a Paraguay con tanto interés: por su capacidad, tecnología y la calidad de su fuerza laboral”, señaló Fustagno.
Otro de los puntos destacados durante el viaje también fue el interés concreto de empresas madereras brasileñas en instalar plantas productivas en Paraguay para sortear el arancel del 50% impuesto por Estados Unidos a las exportaciones de muebles desde Brasil. Según Ojeda, varías compañías brasileñas como Famosul y Ecoflex, entre otras que ya iniciaron gestiones con autoridades paraguayas.
“Estas empresas están analizando producir en Paraguay para cumplir con el requisito de origen y poder exportar a Estados Unidos como producto paraguayo. Dos de ellas ya confirmaron su visita y se encuentran en reuniones virtuales con técnicos de origen y del régimen de maquila. Analizan zonas como Alto Paraná y Caaguazú para instalarse, buscando disponibilidad de tierra y mano de obra”, detalló el agregado comercial.
En cuanto al sector textil. En Blumenau y Joinville, varias empresas manifestaron su intención de iniciar operaciones o asociarse con productores paraguayos. Entre ellas, una firma brasileña del rubro productos de hogar y toallas planea invertir entre 2 y 3 millones de dólares para iniciar su producción en Paraguay en 2026.
“Es una de las más grandes de Brasil, con sede en Blumenau. En una primera etapa quieren producir cuatro líneas de productos de hogar y ya están haciendo los estudios técnicos con nuestra agregaduría comercial”, precisó Ojeda.
El esquema de inversión más recurrente que evalúan las empresas brasileñas es el modelo de parcería con industrias paraguayas ya instaladas, lo que permite aprovechar las infraestructuras existentes y los beneficios de la Ley de Maquila.
“No todas las compañías planean venir directamente a instalarse. Muchas están explorando alianzas con empresas paraguayas que ya producen y que pueden convertirse en socias estratégicas. Les sorprendió el nivel tecnológico y de equipamiento de las industrias locales, que ya trabajan para marcas internacionales”, sostuvo Ojeda.
En este sentido, Fustagno reafirmó que el trabajo de la Cámara se centra en facilitar la conexión entre el sector privado de ambos países, promoviendo relaciones comerciales sostenibles y beneficiosas.
“Estamos alentando a las empresas paraguayas a abrir sus puertas, mostrar su tecnología y ofrecer sus productos. Desde la Cámara cumplimos un rol de puente: unir al productor paraguayo con el comprador o socio brasileño”, subrayó.
Según datos de la CCPB, el comercio entre Paraguay y Brasil podría cerrar el año con alrededor de US$ 8.000 millones, un aumento sostenido respecto al año anterior, cuando se registraron US$ 7.200 millones, con una balanza casi equilibrada entre exportaciones e importaciones.
“Hace 20 años, el comercio bilateral apenas alcanzaba los US$ 2.000 millones. Hoy ya supera los US$ 7.000 millones y se encamina hacia los US$ 8.000 millones. Es un crecimiento constante, impulsado por la diversificación de productos y la integración productiva”, destacó Fustagno.
El titular de la Cámara también resaltó un cambio cualitativo en la estructura exportadora paraguaya. “Antes, la energía eléctrica era el principal producto exportado a Brasil, con más de 1.500 millones de dólares anuales. Pero esa cifra viene cayendo porque Paraguay ahora utiliza su energía para transformar materia prima en productos con valor agregado. Eso demuestra que el país se está industrializando, y eso es positivo”, añadió.

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