“Creo que el coworking llegó a ser una propuesta interesante para la gente después de la pandemia. Como cambió mucho la forma de trabajar también cambiaron quiénes pasaron a ser los clientes: las medianas y pequeñas empresas dejaron las casas donde estaban y empezaron a venir a los espacios de cowork”, relató Johana Boettner, directora ejecutiva de Loffice Cowork.
Destacó que la percepción de la gente de los cowork cambió y que ahora la tendencia es favorable para estos espacios de trabajo. Al respecto, Solano Benítez (h), director de Horizontal Coworking, dijo que el coworking es una herramienta que permite aligerar costos a la hora de alquilar y genera “un networking excelente”.
Añadió que como toda iniciativa está ligada a la idiosincrasia de la gente y que esa puede ser una barrera si no se la ve con buenos ojos. “Pero si obviamos eso, creo que el coworking va a ser algo común de aquí a algún tiempo”, aseveró.
Sobre el perfil de sus clientes, Boettner apuntó que tienen horarios flexibles, que no todos hacen oficina toda la semana sino que tienen un modelo híbrido. “Hoy nosotros estamos con el 90% de capacidad y desde que la actividad se volvió a normalizar tuvimos un crecimiento muy importante de empresas que buscan una alternativa diferente y más flexible para su espacio de trabajo. Tenemos empresas que van desde cuatro personas a 16”, refirió.
La tendencia de la demanda se dirige hacia las oficinas privadas en servicios compartidos. “Ocupan un espacio privado pero con acceso a salas de reuniones, y que no tenga la necesidad de buscar absolutamente nada porque tienen todos los servicios incluidos; buscan la flexibilidad para crecer o decrecer en equipo; me dicen este mes tengo 10, el siguiente cinco, o alquilo cinco lugares para 10 personas, y vienen intercalados. Esa flexibilidad es la que valoran”, dijo.
Un cafecito
Actualmente hay cafés, restaurantes y bares que ofrecen, además del servicio gastronómico, un lugar para trabajar. “Yo creo que esa es la mejor manera de utilizar el espacio, porque finalmente el objetivo es sacarle la mayor rentabilidad a un lugar. Si podés tener de día una cafetería y un coworking al fondo y a la noche eso se convierte en un bar, estás cerrando el círculo”, manifestó Benítez.
Un lugar como una cafetería o un lugar de cowork son alternativas a la oficina tradicional, y abren la posibilidad de nuevas ofertas. “Cada vez vamos a tener que ir incorporando más servicios, generar espacios diversos de trabajo, infraestructura que te permitan cambiar de modalidad de trabajo y no solamente estar en una oficina física todo el tiempo. La multimodalidad va a ser parte importante del futuro del trabajo”, agregó.
Lo que creció es la forma en la que la gente ve al cowork y hoy ya es una opción para todas las empresas, que buscan un espacio de trabajo distinto, no ya el modelo tradicional sino que están abiertos a nuevas formas de trabajo, a la colaboración, a los espacios más distendidos, compartir con otras empresas del mismo rubro.
“La gente busca la mayor comodidad posible, como un hotel all inclusive o como un espacio en el que no tenga moverse mucho, salir a tomar un café, sentirse cómodo y enfocarse en su trabajo”, remarcó Boettner.
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