“La pirámide cumple con lo previsto para el bono demográfico. Se va achicando la base con menos niños y niñas, lo que implica que para el 2050 vamos a tener a gente en edad de trabajar en su máximo pico. Es la teoría pura y dura del bono demográfico y estamos en ese proceso”, dijo la economista Martha Coronel al referirse al último informe de proyección de población del Instituto Nacional de Estadística (INE).
La denominación bono demográfico es utilizada como herramienta para establecer proyecciones en cuanto a la fuerza laboral y los aportes a la jubilación. El bono demográfico se refiere a una fase en la que el balance entre las edades de una determinada población genera una oportunidad para el desarrollo.
De acuerdo al informe de referencia, la población de Paraguay hasta este año es de 7.453.695 habitantes. La distribución por sexo es del 50,3% hombres y 49,7% mujeres. En términos absolutos las mujeres suman 3.702.248 y los hombres 3.751.447.
Asimismo, la estructura por edad de la población muestra que el 28,2% de la población es menor de 15 años, el 64,7% tienen entre 15 a 64 años y poco más de 7,1% tiene 65 y más años de edad.
La población de niños, niñas y adolescentes (0 a 14 años) es de 2.105.282; la población juvenil (15 a 29 años) llega a 1.972.024. Los adultos (30 a 64 años) alcanzan una población de 2.848.428 personas. Y los adultos mayores (65 años en adelante) son en total 527.961 habitantes.
La esperanza de vida al nacer es de 75 años; para las mujeres es de 78 años, y para los hombres es de 72 años. En esta línea, el informe indica que en el 2022, la mitad de la población tiene más de 27 años. Mientras que en el 2024, la mitad de la población tendría más de 28 años.
La economista explicó que las generaciones anteriores tenían más hijos, pero la nueva, que se incorpora más a la fuerza laboral, prescinde más de tener descendencia. Resaltó que la población paraguaya, en general, es joven con menor proporción de adultos mayores.
“El riesgo es no preparar lo suficiente a los que están ahora como para que su productividad cuando tengan entre 20, 30 y 40 años, que es la época más activa de la persona, no sea suficiente como para generar un Producto Interno Bruto (PIB) tal, o riqueza tal en el país, de modo que se les pueda mantener después”, precisó.
Por lo tanto, el empleo formal y la seguridad social serían claves para establecer estos parámetros. En efecto, cuando esta población llegue a la vejez sin haber aportado a la caja jubilatoria, se tendrá que contar con una base para que la sociedad deba mantener a esta población.
“El bono demográfico implica que con esa fuerza laboral ampliada se debería generar un plus en la economía. Si no se les capacita a los que hoy tienen entre 15 y 29 años, llegarán a ser una proporción mayor de adultos mayores que no se podrá mantener porque no se generó riqueza”, expuso.
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