Se trata del segundo dique construido por el astillero y tendrá la función de extraer a seco un remolcador, una barcaza o embarcaciones muy grandes en apenas un par de horas, a diferencia de otros diques de menor capacidad.
El presidente de La Barca del Pescador, Guillermo Ehreke, manifestó que el nombre del dique flotante se eligió para honrar la memoria de un gran padre como lo fue Agustín de la Guardia, tanto para Guillermo, Jorge, Agustín y los otros hermanos.
“El dique flotante es un artefacto naval utilizado para reparar otras embarcaciones. En su operación, el dique está amarrado al muelle del astillero, se lo sumerge en el agua lastrando sus propios tanques, de forma que otra embarcación pueda posicionarse sobre su platea”, describió.
Luego, se extrae el lastre (agua) de los tanques del dique de manera que el mismo emerge totalmente a la superficie, quedando la embarcación a reparar con todo su casco expuesto a fin de que se puedan realizar todos los trabajos en forma segura y cómoda.
El dique flotante posee una eslora de 61 metros, una manga de 22,5 metros, un puntal de 8,2 metros y una capacidad de izaje de 1.700 toneladas. Asimismo, Astillero La Barca amplía para sus clientes la oferta de lugares donde se pueden reparar embarcaciones de manera rápida.
“En Argentina hay astilleros de gran envergadura en cuanto a infraestructura, pero el Astillero La Barca del Pescador se ha convertido en un astillero de referencia en la Hidrovía, recibiendo incluso embarcaciones argentinas, brasileñas, uruguayas y bolivianas para reparar y construyendo embarcaciones para estos países, cosa que en los demás países de la Hidrovía no ocurre”, afirmó Ehreke.
El astillero operará tres de los siete diques flotantes que trabajan en Paraguay, siendo uno de estos el dique flotante Cristóbal de la Guardia, que es el más grande de la Hidrovía, con una capacidad de izaje de 3.400 tn.
La empresa ha construido más de 30 barcazas tanque, un remolcador empuje de última generación de 6.400 HP, dos diques flotantes, pontones, e innumerables reparaciones para los armadores paraguayos y extranjeros.
Teniendo en cuenta el volumen de embarcaciones en la Hidrovía, Ehreke evaluó que se precisa un astillero importante donde puedan recalar estas embarcaciones para resolver de manera confiable sus problemas, en especial aquellos desperfectos que son serios y complicados.
“Paraguay, hasta la apertura de nuestro astillero y la puesta en servicio de diques flotantes como el nuevo, ha tenido que enviar las grandes embarcaciones a que sean reparadas en astilleros argentinos, pagando anualmente muchos millones de dólares por ese servicio. Desde 2009 las construcciones y reparaciones se realizan en el país dejando todo el valor agregado aquí”, enfatizó.
A futuro, se apuesta a seguir brindando soluciones robustas y económicas a los Armadores, con la satisfacción de saber que se está aportando un grano de arena para que el costo que supone ser un país mediterráneo sea el menor posible, ya que mientras más competitiva es la flota paraguaya, menos mediterráneo es el Paraguay.
“El astillero tiene numerosos proyectos en camino y en perspectivas, tanto en la construcción como en la reparación de gran cantidad de embarcaciones. Este es un trabajo permanente, que no ha cesado desde su apertura”, aseguró.
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