En el marco de su aniversario, Víctor López, director del mercado, trazó un recorrido detallado por la historia, transformación y desafíos de esta verdadera ciudad dentro de la ciudad. “La historia del Mercado 4 se remonta a 1943, cuando un decreto del Poder Ejecutivo expropió un terreno de aproximadamente 3.200 metros cuadrados, que pertenecía a la empresa Urrutia, Ugarte y Compañía S.A., con el objetivo de crear un centro de abastecimiento para la capital paraguaya. En sus inicios, el sitio fue conocido como 'Mercado Dos Bocas', denominación que abarcaba toda la zona comercial de lo que luego sería el Mercado 4”, recordó.
En sus primeros años, el mercado era mucho más que un espacio para la compra y venta de productos. Era un punto de encuentro social: un sitio donde los vecinos se reunían para abastecerse, compartir, escuchar música y mantener viva la vida comunitaria. Con el paso del tiempo, esa función social se mantuvo, pero fue acompañada por una expansión territorial y estructural que lo convirtió en uno de los espacios comerciales más importantes del país.
Hoy, el Mercado 4 ocupa un área delimitada por las calles Perú, Pettirossi, General Aquino y Rodríguez de Francia, con una extensión adicional hacia la zona de Ana Díaz. Esta expansión refleja también un crecimiento demográfico dentro del propio mercado. Según comentó Víctor López, “el último censo que se realizó arrojó un promedio de entre 2.400 y 2.500 permisionarios, además de 800 locatarios que poseen comercios propios en la zona de influencia del mercado. Hoy, por ejemplo, estamos trabajando en digitalizar toda la información que tenemos del mercado, para tener una gestión más eficiente”.
El perfil comercial del Mercado 4 vivió una notable evolución. Años atrás, las famosas Kuña guapa (nombre afectuoso para las vendedoras tradicionales) ofrecían sus productos sobre canastas, mesitas improvisadas y canecas traídas desde el interior del país. Hoy, ese paisaje cambió por vitrinas, cajas metálicas y estanterías de plástico y madera, reemplazando aquellas estructuras rudimentarias, evidenciando una transformación tanto estética como funcional.
Esta modernización también responde a nuevas demandas del público y a estándares sanitarios cada vez más exigentes. Según López, “los tiempos imponen nuevas exigencias”.
“Uno de los logros recientes en esta transformación fue la remodelación iniciada entre 2015 y 2016, en convenio con la Itaipú Binacional, que llegó hasta el 2020, ya que los trabajos fueron interrumpidos por la pandemia. Actualmente, estamos buscando retomar las obras del gran edificio que contará con cuatro pisos, incluyendo comedor moderno e instalaciones sanitarias adecuadas”, mencionó López.
Aparte de la infraestructura, desde la dirección destacaron que el sistema eléctrico mejoró notablemente: de contar con apenas dos o tres medidores, hoy existen más de 700 u 800, lo que exige un monitoreo constante para prevenir sobrecargas o siniestros. También se instalaron 18 bocas hidrantes en perfecto estado para emergencias.
El Mercado 4 ya dejó de ser solo un sitio de abastecimiento local. Su carácter auténtico y colorido lo convirtieron en un atractivo turístico. Muchos visitantes internacionales lo eligen como primer destino al llegar al país. “Hay extranjeros que apenas bajan del avión, le piden al taxista que los lleve al Mercado 4”, contó López. Ante esta demanda, la directiva organiza tours guiados y capacitación a los personales para atender a los visitantes, lo que evidencia el impacto cultural del mercado a nivel nacional e internacional.
Como todo espacio urbano, el Mercado 4 enfrenta importantes desafíos. El aumento de comerciantes generó mayores niveles de desorden, residuos y riesgos eléctricos. La dirección del mercado trabaja permanentemente con la ANDE para controlar las conexiones, limpiar cableados y asegurar la distribución energética sin riesgos.
En materia ambiental, el mercado recibió la certificación del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), lo que lo reconoce como un centro de abastecimiento habilitado desde el punto de vista ecológico.
Respecto al crecimiento económico, López aseguró que el flujo de personas y las ventas se mantuvieron estables, incluso frente a la creciente competencia de comercios digitales y cadenas que ofrecen sistemas de pago más modernos. Sin embargo, insiste en que la fortaleza del Mercado 4 sigue siendo su autenticidad, su diversidad de productos y, sobre todo, su gente. “Lo que sostiene al Mercado 4 es el folclore, la buena atención y los mejores precios. Eso es lo que lo convierte en único”, enfatizó el directivo.
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