James Scriven, director ejecutivo de BID Invest —la división del BID especializada en financiamiento privado—, confirmó el respaldo durante una conferencia de prensa. Al ser consultado sobre los desafíos que enfrenta el país para captar capital extranjero, pese a su estabilidad macroeconómica, carga tributaria reducida y matriz energética sustentable, Scriven destacó las oportunidades que ofrece este fondo.
El paquete de financiamiento ya fue autorizado y estará vigente hasta 2026, año en que Paraguay albergará la reunión anual del BID. Según Scriven, la estrategia del organismo para el país se concentra en fortalecer al sector privado, tanto mediante políticas públicas como a través de inversiones directas.
El ejecutivo añadió que el BID cuenta con un portafolio de iniciativas por el monto señalado y consideró que las condiciones están dadas para ampliar de manera sustancial las operaciones en Paraguay, lo que a su vez incentivará la llegada de capitales externos a áreas prioritarias.
Entre los sectores clave, destacó a la agroindustria, aunque también enfatizó el potencial de otros rubros, como la tecnología. Señaló que existen múltiples áreas con gran relevancia para el desarrollo económico y social del país.
"Esta decisión, en general me parece buena, es un buen incentivo para el sector privado. Puede traducirse en un desarrollo importante para las empresas nacionales", opinó Christian Sosa, miembro de la Asociación de Emprendedores del Paraguay (Asepy). No obstante, manifestó que igualmente se deben hacer consensos para saber qué tipos de empresas promocionar.
Si bien todavía no hay muchos detalles sobre los parámetros a tener en cuenta para la financiación, probablemente algunos actores del agronegocio y otros rubros afines serían los beneficiados. "Estaría bueno que se definan los focos de las inversiones. Es oportuno que se comiencen a promover rubros con más valor agregado", complementó.
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