El consultor y MBA Amílcar Ferreira advirtió en su cuenta de X que la queja más frecuente entre los recién llegados es justamente la dificultad para acceder al sistema financiero. “Paraguay está recibiendo un número récord de extranjeros que vienen a radicarse. La queja más frecuente es la dificultad para abrir una cuenta bancaria. Se debería facilitar esto, por ejemplo: apertura inmediata hasta US$ 10.000 en un banco estatal, ampliable luego a mayor movimiento con los documentos presentados”, recomendó.
Para Ferreira, esta medida podría implementarse sin afectar la transparencia del sistema, permitiendo un acceso rápido al mercado financiero mientras se completan los procesos documentales más exhaustivos.
El consultor y MBA Andrés Filártiga coincidió con esta visión, argumentando que el límite sugerido por Ferreira tiene coherencia con las normas aduaneras. “Hasta ese monto se puede ingresar en aduana sin declarar. En Estados Unidos podés abrir una cuenta digital desde cualquier parte del mundo sin requisitos hasta un límite. Uglybank, por ejemplo, lo hace”, señaló.
Filártiga consideró que esta flexibilidad podría ser una herramienta estratégica para aprovechar la actual “ola de inmigrantes” que, según dijo, llegan con intención de hacer crecer la economía local. “Le pedís que sea en guaraníes para fortalecer la liquidez en guaraníes de los bancos. Pero desconozco las condiciones que impone la ley de prevención de lavado de dinero, donde Paraguay está bajo la lupa. Si se relajan controles podrían tomarlo como una mala señal”, advirtió.
Stan Canova, también consultor y MBA, sostuvo que detrás de la burocracia para abrir cuentas existen razones vinculadas a las medidas contra el lavado de activos, pero insistió en que estas trabas pueden resolverse. “Muchas de las restricciones se explican en medidas antilavado de dinero; sin embargo, eso es solucionable con la presentación de documentos y el registro de clientes en los países de origen de quienes vienen a Paraguay”, apuntó.
Para Canova, las instituciones financieras deben asumir un rol más proactivo. “Las instituciones financieras intermediarias deben trabajar más detrás de sus clientes extranjeros, deben exigir más papeleos para Fincen de EE.UU., para los bancos con corresponsalía en Nueva York. Eso para que el cliente abra una cuenta, reciba dinero y luego vacíe esa cuenta cuando quiera hacerlo, ya sea para gastos o inversiones”, explicó.
El especialista planteó que este tema debería estar en la agenda de la Asociación de Bancos del Paraguay (Asoban) y del Banco Central del Paraguay (BCP). “En la práctica, muchos clientes terminan molestándose por la burocracia. Me pasó a mí con clientes”, concluyó.
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