El objetivo de esta iniciativa es instaurar requerimientos oficiales que regulen y garanticen institucionalmente la calidad de los animales con superioridad genética para su comercialización. Esto se da tras un análisis sobre la falta de normas oficiales que regulen y garanticen institucionalmente los productos resultantes de programas de mejoramiento genético.
El proyecto propone normas que puedan enmarcar el proceso para identificar un animal de calidad genética superior, que facilitará y fomentará el acceso a una oferta de ganado probada y eficiente para la rentabilidad ganadera, según explicó Carlos Ortiz Peña, socio y director de GenSys Paraguay, Consultores Asociados y responsable directo del anteproyecto presentado.
Pese a que el proyecto es algo muy reciente, Ortiz afirmó que es bastante significativo para la ganadería nacional, ya que es la primera vez que se propone normalizar oficialmente los requisitos que avalen la calidad genética de bovinos para la producción de carne, además porque los involucrados directos serán los productores propietarios de los rebaños evaluados que direccionan su selección para obtener animales más lucrativos, de manera a mejorar el propio hato y explotar comercialmente la genética diferenciada producida, apuntando tanto al mercado nacional como el internacional.
“La producción de genética respaldada por procedimientos estandarizados jugará un papel fundamental para estar a nivel de otros países de la región, donde se utilizan las evaluaciones genéticas que generan las Diferencias Esperadas en la Progenie (DEPs) como principal herramienta en la selección”, indicó.
El modelo planteado de mejoramiento genético de rebaños está diseñado para que varios productores o empresas ganaderas trabajen en una “competencia asociativa”, es decir, obtener mayor precisión en las informaciones genéticas generadas para la selección, por medio del procesamiento de una mayor cantidad de datos provenientes de diferentes poblaciones unificadas. “Este esquema está diseñado para bovinos resultantes de cruzamientos planificados y animales de razas puras con aptitud para carne”, apuntó.
La normativa de procedimientos de control y evaluación avalará la calidad de los animales identificados como superiores, lo que posteriormente viabilizará la implementación de procesos de acreditación e inspección que otorguen certificados para fomentar su uso y comercialización, facilitando directamente el acceso del ganadero a instrumentos reales de genética probada para el mejoramiento de la productividad. También aumentarán los elementos de trabajo para posicionar a la ganadería nacional como proveedor de genética diferenciada con valor agregado en el mercado extranjero.
Una vez afianzados los lineamientos de los procesos para aplicar la norma, explicó Ortiz que el documento debe tener un sello de calidad, emitido bajo normas legales, destinado a todos los animales que reúnan las condiciones mínimas para ser seleccionados dentro de los programas de mejoramiento.
La normativa debe enlazar a los criadores en el proceso de selección y mejoramiento genético de sus rebaños. Finalmente, lo que se busca es que el animal considerado como superior según el Proyecto Técnico especificado bajo estas normas, deba poseer un documento rubricado por su propietario o representante legal, además del responsable de la inspección fenotípica y de las evaluaciones genéticas, que a su vez, deberán ser acreditados por una entidad fiscalizadora.
Los involucrados
El anteproyecto fue presentado y está actualmente en etapa de Proyecto de Norma Paraguaya (PNP) en revisión, para ello se instaló un Subcomité de Mejoramiento Genético (Comité Técnico de Normalización 42), integrado por representantes de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), Viceministerio de Ganadería (VMG-MAG), Asociación de Ciencias Veterinarias del Paraguay (ACVP), Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de Asunción (FCV-UNA), Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Asunción (FCA-UNA), Asociación Paraguaya de Reproducción Animal (APRA) y el sector privado.
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