Según el informe, el IPC mensual aumentó un 0,4% en marzo (frente al 0,8% del año anterior y una mediana de cinco años del 0,1%). Los precios de los alimentos ejercieron la mayor presión alcista, impulsados por los artículos asociados a los feriados de Semana Santa. La inflación se vio mitigada por una caída en los precios de los combustibles del 1,4%. El IPC subyacente x1 (excluye frutas y verduras, precios de servicios regulados y combustibles) se ubicó en 0,5% (desde 0,7% hace un año y una mediana de cinco años de 0,2%). Sobre una base interanual, la inflación general cayó a 6,4% en marzo (desde 6,9% en febrero), mientras que el IPC básico x1 cayó a 7,0% (desde 7,2%).
En este sentido, el documento relata que el directorio del banco central de Paraguay (BCP) decidió por unanimidad mantener la tasa de política sin cambios en 8,50% en marzo, manteniendo un tono cauteloso. El BCP resaltó que la inflación viene mostrando una trayectoria a la baja, pero reiteró que la convergencia a la meta está sujeta a eventuales riesgos.
Por su parte, el BCP señaló que las expectativas de inflación para 2023 se mantuvieron en 5,0%, mientras que para el horizonte de política monetaria relevante (18-24 meses) se ubicaron en 4,0%. Es así que el Escenario macro-Paraguay estima que la tasa de política real ex-ante se mantuvo sin cambios en 4,5% en marzo (utilizando expectativas para el horizonte de política monetaria), en comparación con un rango de tasa real neutral de 0,9% - 1,4% estimado por el BCP.
El pronóstico de crecimiento del PIB de 5% para este año, según el informe de Itaú, se mantiene y refleja en la normalización del sector primario luego de una severa sequía el año pasado. No obstante, la actividad probablemente se verá afectada por un menor crecimiento esperado en los principales socios comerciales de Paraguay (Argentina y Brasil).
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