Los resultados de la encuesta del BEI sobre el clima muestran que el cambio climático y la degradación del medio ambiente se encuentran entre los principales 10 retos a los que se enfrenta Paraguay, junto con la violencia y la delincuencia, la pobreza y la desigualdad, el desempleo, las desigualdades sociales y el acceso a la educación.
Por otra parte, el 88% está a favor de medidas gubernamentales más estrictas que impongan cambios en el comportamiento de las personas para hacer frente al cambio climático; el 65% afirma que el cambio climático afecta a sus ingresos o sustento; el 41% de las personas encuestadas cree que podría tener que trasladarse a otra región o país debido al cambio climático; el 75% aboga por centrarse en las inversiones en fuentes de energía renovables.
Según el comunicado de prensa de la entidad, en general, Latinoamérica tiene un porcentaje relativamente bajo de negacionistas del cambio climático, con un promedio de un 5% por país (4% en Paraguay).
El 78% de los paraguayos encuestados reconoce que las acciones humanas, como el uso de combustibles fósiles, son las principales causas del cambio climático. Esta concienciación es crucial para conformar el apoyo público a las políticas destinadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
El impacto en la vida cotidiana
Entre los paraguayos encuestados, el 84% dice sentir los efectos del cambio climático en su vida cotidiana, y casi la mitad de la población (un 47%) afirma que le afecta “mucho”. El porcentaje es notablemente alto en todos los países encuestados, desde Uruguay y Paraguay, que registran un 84%, hasta El Salvador, a la cabeza con un 96%. Esto refleja las consecuencias tangibles de los fenómenos meteorológicos extremos y la degradación del medio ambiente.
Por ejemplo, una cuarta parte (25%) de los paraguayos encuestados ya ha sufrido escasez de agua (en situaciones tales como desabastecimiento y conflictos por los recursos hídricos). Además, casi dos tercios (un 65%) de las personas encuestadas en Paraguay indican que el cambio climático afecta negativamente a sus ingresos o fuente de sustento. En cada país, la mayoría comparte esta opinión, con cifras que oscilan entre el 58% en Uruguay y Paraguay, y el 77% en Perú.
Preocupación por la migración relacionada con el clima
El 41% de los paraguayos encuestados cree que podría tener que trasladarse a otra región o país debido al cambio climático. En 9 de los 13 países encuestados, más de la mitad de la población así lo cree (desde el 50% en Argentina hasta nada menos que el 61% en Ecuador).
Apoyo público a la acción gubernamental
El 88% de los paraguayos encuestados está a favor de que el gobierno aplique medidas más estrictas para combatir el cambio climático. Esta opinión es mayoritaria en toda la región, con porcentajes que van desde el 83% en Argentina y Brasil hasta un impresionante 95% en Perú. Esto demuestra la voluntad de aceptar cambios en las políticas y el estilo de vida en aras de una sostenibilidad medioambiental a largo plazo. A la pregunta de cuál debería ser el principal objetivo del gobierno, el 84% de los paraguayos encuestados respondió que la atención debería centrarse en el medio ambiente y el crecimiento sostenible en lugar de en el crecimiento económico a cualquier precio.
Las políticas de lucha contra el cambio climático y la protección del medioambiente, en particular sus repercusiones, se perciben de manera positiva por la población paraguaya. En primer lugar, el 84% de los paraguayos cree que estas políticas mejorarán la comodidad de su vida cotidiana, por ejemplo, a través de la alimentación y la salud, en una proporción superior a la media latinoamericana (76%).
Del mismo modo, el 76% de los paraguayos encuestados cree que estas políticas serán una fuente de crecimiento económico y riqueza para su país, y el 74% estima que crearán más puestos de trabajo nuevos que los empleos existentes que se destruyan.
Opciones energéticas de futuro
El 75% de las personas encuestadas en Paraguay afirma que el país debería dar prioridad a las inversiones en energías renovables frente a los combustibles fósiles u otras fuentes de energía contaminantes. El 43% prefiere fuentes de energía renovables de gran envergadura, como centrales hidroeléctricas, eólicas, solares o geotérmicas, mientras que el 32% prefiere fuentes de energía renovables de menor tamaño, como paneles solares en tejados o pequeñas centrales hidroeléctricas. Esta abrumadora preferencia por inversiones en energías renovables refleja una creciente toma de conciencia de la población paraguaya sobre la importancia de la sostenibilidad y el rol de la energía limpia en la lucha contra el cambio climático.
Tu opinión enriquece este artículo: