Según Cecilia Valiente, la neuroarquitectura combina la ciencia del comportamiento humano con el diseño arquitectónico para promover la concentración, la colaboración y el equilibrio emocional. Este enfoque integra elementos como la iluminación, el color, la ergonomía y la disposición espacial para crear ambientes laborales saludables y productivos. “Nos especializamos en la creación de espacios corporativos que aplican principios de neuroarquitectura para mejorar la experiencia de los usuarios”, explicó Valiente.
Uno de los principales retos en la organización de espacios corporativos es equilibrar funcionalidad y estética, señaló Valiente. Además, deben considerarse factores como la sostenibilidad, la flexibilidad y la integración de tecnologías avanzadas, sin perder de vista las normativas y las necesidades específicas de los usuarios. “Nuestro objetivo es crear ambientes que sean tanto eficientes como inspiradores”, afirmó.
El sector del real estate corporativo está adoptando tendencias que priorizan la humanización y la sostenibilidad. La incorporación de elementos naturales, colores cálidos y materiales diversos fomenta el bienestar y la interacción. Asimismo, la combinación de áreas colaborativas con zonas privadas o semiprivadas permite un equilibrio entre el trabajo en equipo y la concentración individual.
Diseños que integran madera y materiales orgánicos se complementan con tecnologías avanzadas, como escritorios inteligentes y sistemas automatizados, para mejorar la funcionalidad y la experiencia del usuario. Además, el diseño inclusivo garantiza espacios adecuados para todas las personas, mientras que las soluciones sostenibles, como el uso de materiales reciclados y energías eficientes, refuerzan el compromiso con el medio ambiente.
Valiente explicó que Lumière colabora con empresas de sectores en constante crecimiento, como tecnología, finanzas y salud, que reconocen el impacto directo de un entorno bien diseñado en la productividad. “Estas organizaciones entienden que invertir en el bienestar de sus empleados se traduce en beneficios tangibles para el negocio”, subrayó.
El auge del teletrabajo y la flexibilidad laboral han impulsado cambios significativos en el diseño corporativo durante los últimos cinco años. Los espacios ya no son meros lugares de trabajo; ahora influyen directamente en la calidad de vida. Un diseño centrado en la neuroarquitectura no solo mejora la productividad, sino también la salud mental y emocional de los empleados.
Valiente destacó que un espacio corporativo bien diseñado mejora el enfoque, reduce distracciones y disminuye el estrés, promoviendo la relajación y el bienestar. Además, facilita la comunicación y el intercambio de ideas, proyecta profesionalismo y atención al detalle, y optimiza los recursos disponibles, lo que contribuye a una mayor eficiencia operativa. Estas ventajas también ayudan a retener y atraer talento, demostrando el compromiso de las empresas con el bienestar de sus colaboradores.
“Un espacio de trabajo bien diseñado impulsa una cultura organizacional positiva y productiva. En un mercado donde la atracción y retención del talento son prioritarias, invertir en diseño corporativo de calidad no es un lujo, sino una necesidad”, concluyó.
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