La obra principal, una autopista elevada de casi 4 kilómetros, unirá las avenidas Ñu Guasú y Silvio Pettirossi. Con una inversión de US$ 180 millones y un plazo de ejecución de tres años, será financiada íntegramente por el sector privado, mediante el modelo de alianza público-privada (APP). Según explicó a InfoNegocios Amílcar Guillén, director de Proyectos Estratégicos del MOPC, el proyecto responde a una demanda ciudadana largamente postergada: contar con una vía rápida de entrada y salida desde la capital.
“El presidente Santiago Peña nos encomendó priorizar obras de alto impacto, especialmente en el área metropolitana, donde más de un millón de personas ingresan diariamente. La autopista elevada es parte de una solución integral que facilitará el flujo de vehículos livianos y liberará otros corredores clave para el transporte de cargas”, señaló Guillén.
El nuevo corredor vial no solo será una obra de ingeniería sin precedentes en nuestro país, sino también un modelo de gestión moderna. “Durante los 28 años que durará la concesión, el consorcio Rutas del Este, liderado por la firma paraguaya Ocho A y la española Sacyr, se encargará de la operación y mantenimiento del sistema. Esa gestión dinámica, como ya se ve en la ruta PY02, permite habilitar carriles adicionales en momentos de alta demanda, como los feriados o las vacaciones, optimizando tiempos y recursos”, detalló Guillén.
Además de la autopista elevada, el plan incluye dos nuevos corredores que mejorarán la conectividad entre Luque y otras ciudades del departamento Central. Uno de ellos es el corredor Ypacaraí–Areguá–Luque, que partirá del km 41 de la PY02, con una nueva variante que busca agilizar el tránsito y fortalecer la economía local. El otro es el corredor Ypacaraí–San Bernardino–Luque (Tarumandy), que contempla la duplicación de carriles, mejoras urbanas y nuevos accesos a puntos como Nueva Colombia.
Estas iniciativas se complementan con otras obras ya en ejecución en Luque, como la ampliación del Tape Tujá, adjudicada a la empresa Benito Roggio e Hijos SA, que conectará con el superviaducto de Madame Lynch, y la duplicación de la autopista desde el aeropuerto hasta Mariano Roque Alonso. Todas estas intervenciones, según Guillén, están diseñadas con un enfoque ciudadano, para reducir los tiempos de traslado, bajar los niveles de contaminación y generar un impacto positivo en la calidad de vida de los habitantes.
El proyecto también contempla aspectos técnicos innovadores. Al pasar por zonas densamente urbanizadas, se utilizarán métodos constructivos prefabricados y una gestión cuidadosa del tráfico durante las obras. “No estamos inventando la rueda. En países como Argentina, Chile o Colombia hay múltiples ejemplos de autopistas elevadas. Tenemos el respaldo técnico y la experiencia de empresas que han ejecutado obras similares en América Latina y Europa”, afirmó Guillén.
Otro componente del plan de movilidad es el proyecto del tren de cercanías, que será totalmente compatible con la autopista elevada. Esta línea férrea, actualmente en etapa de preparación de pliegos, recorrerá las ciudades de Asunción, Luque, Fernando de la Mora y San Lorenzo, extendiéndose hasta Ypacaraí. La iniciativa cuenta con una ley específica, un decreto reglamentario en proceso y el respaldo institucional para su lanzamiento oficial en este semestre. Se espera que la precalificación de empresas interesadas se publique en los próximos meses.
“Estamos cerrando los pliegos para lanzar este semestre la precalificación de las empresas interesadas”, explicó el director. El proyecto ferroviario, que cuenta con respaldo del Poder Ejecutivo, tendrá un presupuesto inicial estimado en US$ 600 millones. Aunque inicialmente se demostró una cooperación con Corea del Sur, la modalidad de licitación será abierta, permitiendo la participación de consorcios nacionales e internacionales.
“El tren de cercanías y la autopista elevada no compiten entre sí. Son proyectos complementarios que ofrecen soluciones distintas pero articuladas. Uno atiende la movilidad masiva, el otro la circulación vehicular liviana. Juntos representan una apuesta por un Paraguay moderno, conectado y eficiente”, subrayó el director.
Si bien la ruta elevada se encuentra en etapa de diseño final, con trazado ya definido sobre la antigua línea del tren, el inicio de las obras está previsto para fines de este año, una vez concluido el proceso licitatorio. Se estima que los trabajos duren 30 meses.
Este conjunto de obras marca un antes y un después en la planificación urbana del país. Por primera vez, nuestro país se encamina a contar con una red vial metropolitana moderna, multimodal y sustentable, que no solo facilitará la movilidad diaria, sino que también contribuirá a dinamizar la economía y mejorar la competitividad del país en el largo plazo.
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