En ese sentido, es importante destacar la estrategia financiera que toda organización define con antelación para gestionar las compensaciones anuales, como el aguinaldo, y responder también a factores externos impredecibles, como las fluctuaciones del dólar.
Al respecto, el economista Víctor Pavón resaltó la necesidad de ajustar y prever los movimientos del mercado para enfrentar los retos económicos con resiliencia y claridad. “Las empresas, en su mayoría, establecen una estrategia financiera al inicio del año. Esta estrategia, además de optimizar el uso del capital disponible, busca aprovechar momentos de mayor poder adquisitivo en el mercado, especialmente hacia el cierre del año, cuando el consumo tiende a incrementarse por las festividades de Navidad y Año Nuevo. Sin embargo, es fundamental que las organizaciones consideren los ingresos previstos y también los costos asociados a la entrega de productos o servicios”, afirmó.
Según Pavón, el aguinaldo, por ejemplo, es una obligación legal que requiere una planificación financiera específica. “Esta obligación representa la doceava parte de las remuneraciones del trabajador y debe estar prevista con antelación en el presupuesto anual de la empresa. La falta de una preparación adecuada puede llevar a que algunas organizaciones enfrenten dificultades financieras al momento de cumplir con este pago obligatorio”, enfatizó.
Uno de los mayores desafíos actuales es la fluctuación del dólar, que ha alcanzado niveles históricos en Paraguay (G. 8.000). Este incremento impacta directamente en los costos de las empresas, especialmente en aquellas que dependen de productos importados.
Al respecto, Pavón comentó: “La subida del dólar ha encarecido la canasta básica y afectado el poder adquisitivo de las familias, lo cual repercute en el mercado interno. Especialmente en las empresas que importan productos para el consumo de fin de año, pues deben enfrentar gastos mayores a los previstos, lo cual puede afectar la rentabilidad”.
En esa línea, el economista Amílcar Ferreira sugirió que “una recomendación clave es mantener parte de los depósitos en dólares, lo cual puede ayudar a mitigar el impacto de futuros aumentos en el tipo de cambio. Aunque mantener los fondos en guaraníes pueda parecer más práctico a corto plazo, la depreciación del guaraní frente al dólar podría traducirse en un aumento de costos que afecte la rentabilidad”.
Para Ferreira, la clase media también se enfrenta a un aumento en los costos de bienes importados, lo que reduce su poder adquisitivo. La llegada del aguinaldo representa una oportunidad, pero también un desafío para los trabajadores. “Por ejemplo, si una persona tiene un préstamo para la compra de un automóvil en dólares, el aumento del tipo de cambio significa que las cuotas mensuales serán más elevadas en guaraníes, disminuyendo la cantidad de dinero disponible para gastar en otros bienes y servicios”, explicó.
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