“El 100% de los criadores que aún siguen dentro de la cadena productiva se están preparando para esta temporada de consumo alto de cerdo, que ya arranca en noviembre, debido a que los mayoristas empiezan a comprar la carne con anticipación para guardarla y luego sacarla en diciembre”, comentó el titular de la APPC.
Se trata de una época en la que el consumo se incrementa durante fin de año y se mantiene prácticamente hasta Semana Santa, favoreciendo la economía de pequeños y medianos productores. Sin embargo, en esta oportunidad, no todos se verán retribuidos de igual forma, debido a que un porcentaje muy elevado, tuvo que cesar actividades a consecuencia de la crisis que enfrenta el sector, con costos de producción altísimos que superan incluso el precio de venta de la carne.
“Básicamente el 35% de nuestros socios cerraron y un 45% disminuyó su hato al mínimo, por lo tanto solo el 20% restante, es el que continúa produciendo, es decir, aquellos que pudieron sortear la crisis pero a costa de deudas o del uso de ahorros familiares, esto teniendo en cuenta una población de 1.500 productores oficialmente registrados”, detalló Ramírez.
Añadió que en estos momentos, hay una marcada falta de cerdos terminados en los mercados regionales, debido a que justamente, los pequeños y medianos productores se encuentran muy disminuidos. “Estamos recibiendo muchas llamadas de comercios, compradores e intermediarios que piden cerdos terminados para faena, pero lastimosamente no hay disponibilidad por la reducción del hato”, remarcó.
Por su parte, los grandes productores y la industria en general, si cuentan con carne suficiente, por la caída de la exportación que los dejó con mucha oferta, motivo por el cual, el consumidor paraguayo, no va sentir la falta de cerdo en estas fiestas. “Solo que el origen va ser diferente, es decir va a proceder de la industria y no necesariamente, de los pequeños y medianos productores, de los cuales, los mercados regionales, estaban acostumbrados a surtirse”, explicó Ramírez.
Con respecto a los precios, indicó que estiman un pequeño aumento para el consumidor final por el hecho de que es temporada alta pero no será considerable por el exceso de oferta que maneja la industria. “Calculamos que estaría subiendo entre un 10% a un 15%, máximo”, precisó.
Ingreso a Taiwán
En cuanto a la apertura del mercado taiwanés para carne de cerdo, Ramírez señaló que penosamente, las noticias no son muy auspiciosas. “Hace unas semanas atrás, el embajador de Taiwán había anunciado que ya estaba casi todo listo y que se estaría concretando a más tardar en otras dos semanas más, pero eso finalmente no ocurrió. La semana pasada nos volvimos a reunir con él y se disculpó con todo el sector, por haberse dejado llevar por su positivismo y por la confianza que tenía en la concreción, sin embargo, nos aclaró que ahora en noviembre, en Taiwán, hay elecciones parciales o sectoriales dentro de los municipios o provincias del país, por así decirlo, por lo cual la decisión de postergar de nuevo. Por ende, no tenemos fecha para la apertura del mercado”, manifestó.
No obstante, indicó que todo lo referente a la parte productiva, sanitaria y de inocuidad de los alimentos, ya está validada y certificada por Taiwán, solo faltaría la firma, es decir, el Ok político. “Tenemos esperanzas de que se pueda concretar una vez concluidas las elecciones, pero no sabemos si eso será en diciembre o ya el próximo año”, expresó.
Al ser consultado si la apertura de Taiwán, beneficiará también a los pequeños y medianos productores del país y no solo a la industria, afirmó que si, pues toda exportación que se efectúa en un rubro determinado, favorece también al pequeño productor porque crea o abre espacios en el mercado interno, manteniendo equilibrada de la cadena productiva. “Si la exportación le va bien, a nosotros los productores, también nos va bien”, subrayó.
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