“Mientras mi mamá cocinaba, yo era la que decoraba. Así descubrí que podía pintar sobre fondant y que cada pastel podía contar una historia diferente”, recordó. Con el tiempo, Angélica tomó las riendas del proyecto y lo transformó en una marca que hoy es sinónimo de personalización, calidad y estética. Su lema, “hacemos tus sueños pastel”, es una filosofía de trabajo que se nota en cada pedido.
El diferencial de Angélica Atelier de Pasteles está en el equilibrio perfecto entre el diseño y el sabor. Si bien trabajan mayormente con fondant —una técnica que muchos asocian a tortas bonitas pero secas—, Angélica y su equipo rompen ese prejuicio con rellenos intensos, sabores personalizados y texturas cuidadas.
“Queremos sorprender no solo con la vista, sino también con el paladar. Todo lo que hacemos es artesanal. No usamos margarinas, conservantes ni reemplazantes. Cuidamos cada insumo para ofrecer lo más natural posible”, aseguró.
Cada pastel se diseña a pedido, desde la estética externa hasta la combinación interna de sabores. “Si un cliente quiere una mezcla especial, la creamos. Lo importante es que cada pastel refleje su personalidad”, afirmó.
El fuerte de la casa son los pasteles personalizados en fondant, con temáticas que van desde personajes animados hasta diseños de alta costura. También elaboran tortas talladas, una técnica poco común en el mercado local que requiere un alto nivel de precisión artística. Desde autos y cámaras fotográficas hasta réplicas humanas en miniatura: todo lo que el cliente imagine, Angélica lo convierte en pastel.
“Una de las tendencias actuales es el modelado de personas. Nos mandan fotos y nosotros hacemos miniaturas que se parecen al homenajeado. Es algo que nos piden mucho últimamente”, contó. Además, ofrecen tortas con cobertura de manteca y trabajos en manga, así como tortas tradicionales con diferentes tipos de bizcochuelo, relleno y decoración.
El espacio físico de Angélica Atelier es un atelier de diseño, una oficina de degustación y un pequeño showroom con tortas falsas que sirven de inspiración. “Apostamos al pastel real como broche de oro del evento. Una torta tiene que lucirse igual que todo el resto de la ambientación”, mencionó Angélica.
Trabajan tanto con clientes particulares como con organizadores de eventos para bodas, cumpleaños, bautizos y celebraciones especiales. La agenda se llena rápido, por lo que recomiendan hacer los pedidos con al menos una semana de anticipación, más aún si se trata de un pastel personalizado.
Angélica se encarga personalmente de seleccionar los insumos y asegura que cada paso, desde la degustación hasta la entrega, esté bajo control. De hecho, suelen encargarse ellos mismos del delivery para evitar inconvenientes. “Parece fácil transportar una torta, pero no lo es. Por eso preferimos hacerlo nosotros y asegurarnos de que llegue perfecta”, explicó.
El objetivo a mediano plazo de Angélica es expandir el centro de producción y consolidarse como la primera opción para pasteles de diseño en Paraguay. “Queremos que cuando alguien piense en lucirse en un evento, piense en nosotros. Ser esa boutique de pasteles a la que todos quieran acudir”, concluyó.
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