Las personas que comen Flipa saben diferenciar un brownie bien hecho (húmedo y denso) de uno mal hecho (seco y esponjoso), porque son como expertos amateurs, les gusta comer y disfrutan de ello. Buscan compartir estas experiencias con sus seres queridos. Saben cuidarse y cuidan a los que quieren y también su entorno; consumen y viven conscientemente. Reconocen lo bueno de la vida y se permiten disfrutarlo. Sin remordimientos.
Flipa comienza en el 2016. Gabriela Céspedes, propietaria de la marca, siempre quiso tener una pastelería. “Desde que tengo memoria me apasionaba la cocina. Desde el 2004 (con 11 años) hago cursos de cocina y en el 2012 comencé a trabajar en el rubro”, cuenta. Ella tenía planeado ir a vivir a España, pero mientras tanto decidió emprender y el boca a boca fue generándole cada vez más clientes.
“Participé en ferias, eventos chicos y pedidos especiales. Desistí del trabajo en España porque me gustó mucho trabajar para mí misma, por primera vez estaba haciendo las cosas a mi gusto y a tiempo. Fue en el 2018 cuando escuché por primera vez la palabra flipa en una de mis series preferidas, Merlí (serie española). Usaban el término flipar un montón y me encantaba. Sentía que su significado venía muy de la mano con lo que quería transmitir con mi trabajo, me era divertido y pegajoso. Así nació oficialmente Flipa Pastelería, a fines del 2019”, expresó la joven.
Lo que hace diferente a Flipa es que ofrece una experiencia gastronómica, no sólo un producto alimenticio. “Queremos que nuestros clientes se lleven una linda experiencia consigo luego de habernos dado su confianza. Así que ponemos nuestra atención en ellos y en saber cómo y en qué podemos ayudarles. No somos para todo el mundo, tenemos un tipo de cliente especial al cual queremos llegar; eso facilita mucho a la hora de crear una conexión con el cliente porque compartimos los mismos valores y manera de pensar”, manifestó Gabriela.
La dueña de Flipa indicó que, además del énfasis en la atención al cliente (muy personalizada), sus ingredientes son siempre de buena calidad, como el chocolate belga. “Optamos por apoyar a empresas pequeñas nacionales de calidad en todo lo que podemos, desde el packaging, las cajas, las tarjetas, los stickers, hasta los huevos, que son de una granja ecológica”, detalló.
A Gabriela le importa mucho el impacto medioambiental, así que tomó medidas respecto a este tema. “La pro-ecología es uno de nuestros pilares fundamentales”, aseguró. Además, el producto se elabora por pedido para asegurar su frescura y la presentación es siempre prolija y delicada. Usando el empaque justo y necesario. “Buscamos no sobre empaquetar con papeles y cintas. Así evitamos contaminar de más”, aclaró.
El menú es muy variado, pero cuidado. “No somos los que inventamos la cheesecake o las bombitas de queso, pero creemos que lo ordinario hecho de manera extraordinaria está bueno también”, sostuvo. En cuanto a las ventas, Gabriela informó que van subiendo todos los meses y, sobre todo, en las fechas festivas, que es cuando se incrementan exponencialmente. Sabemos cuáles son los meses más difíciles y por eso podemos anticiparnos a ello”, especificó.
La meta de la joven es abrir su local tipo take away. “Queremos lograrlo para el primer semestre del 2022, iba a ser en el 2020, pero la pandemia nos obligó a cambiar todos nuestros planes. Estamos trabajando en el proyecto, lo cual es muy emocionante y desafiante. Actualmente ya estamos buscando ese espacio que tanto soñamos”, anunció.
Más datos
Los pedidos se toman vía WhatsApp (0975) 500-600. La cocina se encuentra en Gaspar Centurión 1141 entre Tte. Dávalos y Dr. Gorostiaga. barrio Republicano-Asunción. Encontrales en las redes sociales como @flipapasteleria
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