Ahora, Akka probó en Saint Yan, Francia, un modelo a escala 1:13, la mínima requerida para validar la aerodinámica. Según la firma, todo salió según lo previsto confirmando los cálculos efectuados por la compañía.
“Con la tasa de crecimiento actual del tráfico aéreo, los aeropuertos del mundo alcanzarán un punto de saturación en 2030, por lo que consideramos esta es una solución como sistema de transporte aéreo multimodal que incluye un avión de cabina desmontable y un aeropuerto verticalizado en la ciudad”, declaró Akka Technologies en un comunicado.
Al aterrizar, alas y fuselaje se separan, y mientras las alas se sitúan en una zona para repostar combustible y revisarlas, el fuselaje, con los pasajeros, maletas y carga a bordo, es trasladado por tierra a una terminal en la ciudad, donde se llevará a cabo el desembarque y descarga del mismo, descongestionando los aeropuertos y sus alrededores.
“Embarcar en el centro de las ciudades permitiría a los pasajeros acortar los tiempos de desplazamiento hasta los aeropuertos, y reducir el espacio de parking. Mientras el fuselaje está separado del avión, en las zonas de despegue, las aerolíneas pueden realizar las tareas de mantenimiento de los aparatos de una manera más rápida. Así el tiempo de espera entre un vuelo y el siguiente podría acortarse unos 30 minutos. El sistema ideado optimiza los tiempos de rotación desde los 50 minutos necesarios actualmente para aviones de tamaño similar, hasta poco más de 20 minutos. Esto permitiría ahorrar costes a las aerolíneas que podrían aumentar el número máximo de vuelos por día desde los 7 actuales hasta los 9. Además, el sistema de cabina extraíble permite reemplazar la carga y/o los pasajeros que llegan a destino por la de los nuevos pasajeros que parten aprovechando al máximo el tiempo”, declara el fabricante.
La propuesta de Akka incluye fuselajes no presurizados para carga, por lo que resultarían más baratos y ligeros. En constructor deduce que las líneas aéreas ahorrarían, ya que solo tendrían que comprar los pods de fuselaje, mientras que las alas se alquilarían.
La idea de fuselajes desmontables existe hace medio siglo, pero nunca fue implementado en la aviación comercial. Algunos aviones militares, como el bombardero B-1 o el avión de ataque F-111, carecían de asientos lanzables para las tripulaciones, y en su ausencia, la cabina entera era arrojada y descendía en paracaídas
Fuente: Aeronáutica Paraguay
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