El trabajo de Escobar comienza desde la concepción de la idea. Ya sea contactada por una agencia o por un cliente directo, su primera tarea es traducir las expectativas en un concepto visual concreto. Para ello, elabora un mood board, una herramienta que define la estética de la campaña, estableciendo el estilo de prendas, la paleta de colores, el vestuario y el tipo de modelos adecuados para la marca.
“Si ya hay un fotógrafo designado, me coordino con él para hacer la bajada visual del proyecto. De lo contrario, yo misma propongo opciones y guío el proceso”, comentó Escobar. Cada producción es única, y uno de los mayores desafíos es interpretar fielmente la identidad de la marca. Algunas marcas buscan romper esquemas con propuestas arriesgadas, mientras que otras se apegan a estándares conservadores.
“Si trabajamos con una bebida como Pepsi, podemos incorporar modelos con tatuajes, piercings y un look moderno. Pero si se trata de una firma de abogados, la propuesta debe reflejar seriedad y profesionalismo”, explicó.
Este proceso también involucra a otros especialistas, como el director de fotografía y el director de cámara, con quienes se afina la visión para garantizar que cada elemento encaje perfectamente en la narrativa visual.
Aunque la creatividad es clave, el presupuesto juega un rol fundamental en la toma de decisiones. “No podemos prometer una producción de alto nivel si los recursos son limitados”, dijo Escobar. Sin embargo, enfatiza que una buena administración del presupuesto puede dar resultados sorprendentes sin necesidad de inflar costos innecesariamente. “No soy partidaria de la sobrefacturación. Creo que se pueden lograr resultados excelentes con un presupuesto justo”, añadió.
Para Escobar, la falta de comunicación es el principal obstáculo en una producción. “Muchas veces el cliente asume que incluiré ciertos elementos sin haberlos solicitado, lo que puede generar confusión y demoras. La clave es ser extremadamente claro en cada etapa del proceso”.
Otro error común es descuidar la coherencia visual de la campaña. “Si una marca quiere transmitir alegría, los colores y el vestuario deben reflejar esa energía. Si es una campaña de invierno, debemos pensar en paletas frías y escenarios que refuercen ese concepto. Cada detalle importa”, manifestó.
En cuanto a las tendencias en publicidad, Ame dijo que cambian rápidamente, y mantenerse actualizado es un reto constante. “Trabajo con muchas marcas de ropa y cada una tiene su propio estilo. Algunas se guían por tendencias globales, mientras que otras prefieren marcar su propio camino”.
En la actualidad, la autenticidad es un valor, “las marcas buscan conectar con su audiencia a través de imágenes más naturales y reales. Se priorizan modelos diversos, escenarios urbanos y una estética menos retocada, que transmita cercanía y confianza”, sugirió.
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