Cuando la gente me pregunta: “¿Cómo hacés para estar tanto tiempo en un mismo lugar?”. Mi respuesta siempre es: “ME RE-INVENTO”.
Empecé en el siglo XX a. C. –2008 para ser exactos– como ejecutiva de cuentas junior, manejando una de las marcas más grandes de la agencia, una telefonía en auge en aquel entonces. Este cargo fue uno de los que más me permitió crecer y aprender en el rubro de la publicidad.
Pasé por la separación de la agencia –se sintió casi como un divorcio– donde tuve la oportunidad de experimentar en muchas áreas y hacer un poco de todo, remando en conjunto con los que quedamos. El respeto, la tolerancia y el trabajo en equipo fueron claves. Una flexibilidad olímpica era fundamental.
Más adelante, ya en el cargo de coordinación de trabajos, aprendí a hacer magia con los lapsos de entrega al cliente y los plazos reales de la agencia. Aquí nació mi “superpoder” de maximizar la eficiencia de mi tiempo y el de mi equipo. También entendí la importancia de preocuparme por sus sentimientos y emociones. Estaba descubriendo el verdadero significado de la empatía.
Hoy puedo aplicar todas esas herramientas a mi nuevo cargo –dirección de cuentas– y a mi nuevo rol en la vida: Ser mamá y trabajar a tiempo completo. A pesar de ser una tarea difícil y agotadora, creo que no existe algo más gratificante que poder seguir desarrollándome como profesional al mismo tiempo que formo parte del día a día del regalo más lindo que me dio la vida.
Además de la flexibilidad y la empatía, de estos 10 años de experiencia puedo mencionar también tres aspectos importantes que llevo como lecciones infalibles para cualquier empresa, sea del rubro que sea:
1. Reconocer los logros de las personas del equipo
La falta de motivación de los trabajadores es una de las causas por las que abandonan sus puestos o realizan trabajos a medias.
Trabajamos con personas, con diferentes energías, cambios de humor y distintas preocupaciones. Recuerdo incluso haber tenido que llamar a un cliente a avisar que el envío de su material se estaba demorando un poco por que el equipo no estaba inspirado, y esa inspiración es nuestra esencia, nuestra piedra fundamental.
2. Comunicarse
Es muy importante que todos los colaboradores se sientan parte de la organización y que el trato sea personalizado. Debemos conocer las expectativas y ambiciones de cada persona para alinearlas con los objetivos de la empresa, consiguiendo así que todos trabajemos en sintonía y que estemos involucrados.
Todo tipo de comunicación es bienvenida, desde la noticia de un nuevo cliente hasta la de un nuevo pececillo en la agencia (nunca me voy a olvidar de la reacción de mis compañeros el día en que les conté que Amandita estaba en camino).
3. Brindar capacitación
Capacitar e invertir en educación es una forma de apoyar el crecimiento personal y profesional de las personas. Además, hace posible que haya un compañero/a preparado/a para realizar el trabajo de uno, sea por vacaciones o por permiso de maternidad.
Mi experiencia en Ojo de Pez fue, es y seguirá siendo una hermosa aventura de crecimiento. Hoy soy una Machu distinta pero no distante a la que entró por esa puertita de hierro en el callejón, gracias a todo lo que aprendí de aquellas personas que pasaron por mi vida en los diferentes roles que me tocó desempeñar.
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