La banca frente al cambio climático

La lucha contra el cambio climático es uno de los retos más grandes que afronta actualmente la humanidad. Desde el punto de vista socioeconómico, el panorama es alarmante. Los expertos advierten que un aumento sostenido en la temperatura promedio de la Tierra tendría efectos graves para millones de personas, así como la destrucción de sus medios de vida y la pérdida de su patrimonio. Lo anterior elevaría la pobreza y el desempleo, lo que a su vez provocaría conflictos sociales y la migración en masa de personas afectadas.

(Por Marcial Nava, economista principal EE.UU. BBVA Research)

Después de varios intentos fallidos, la comunidad internacional finalmente logró movilizarse para responder a la crisis. En la Conferencia de París sobre el Clima (COP21), celebrada en 2015, 195 naciones se comprometieron a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero -causantes del calentamiento global- e intensificar los esfuerzos de mitigación y adaptación al cambio climático. El reto es inmenso, pues implica pasar de una economía basada en la utilización de combustibles fósiles -cuyas externalidades negativas generan un alto costo social- a una fundamentada en criterios de sostenibilidad. Se estima que alrededor de 700.000 millones de dólares serán necesarios cada año hasta el 2030 para cubrir las necesidades de infraestructura compatible con un crecimiento económico global sostenible. Dado que la capacidad del sector público para cubrir esta demanda es limitada, la participación del sector privado es de vital importancia. En este contexto, el financiamiento privado juega un papel crucial.   

Las oportunidades para la industria bancaria son numerosas. En los próximos años, cientos de miles de millones de dólares serán canalizados a proyectos en energías renovables, medios de transporte eléctricos y eficiencia energética. Entre 2010 y 2016, las inversiones en energías renovables promediaron alrededor de 263.000 millones de dólares al año. La mayor parte de estos recursos fueron orientados hacia la producción de electricidad a gran escala a partir de energía eólica y solar. En 2015, las inversiones para lograr una eficiencia del consumo de energía en iluminación, sistemas de calefacción y aire acondicionado, construcción, transporte y aparatos electrodomésticos, contabilizaron alrededor de 221.000 millones de dólares. En el sector del transporte, la mayoría de las compañías automotrices cuentan ya con una o varias versiones de automóviles híbridos o enteramente eléctricos. Si bien estos vehículos apenas representan el 1% de las ventas de automóviles nuevos, se espera que en los próximos años los avances tecnológicos en el desarrollo de baterías incentiven su compra en masa.

El papel de la banca en la lucha contra el cambio climático no se limita sólo a los grandes proyectos. A nivel individual, el impulso por consumir e invertir de manera sostenible se ha intensificado, sobre todo en los países desarrollados y entre la población de adultos jóvenes, quienes se muestran dispuestos a pagar más por productos y servicios de empresas responsables con el medio ambiente. Lo anterior ha derivado en el desarrollo de productos financieros adaptados a las nuevas tendencias “verdes”.  Entre estos, destacan: opciones de inversión enfocadas en compañías con bajo impacto ambiental, hipotecas que permiten financiar mejoras en el uso de energía de los hogares, tarjetas de crédito que premian el consumo sostenible y descuentos en la tasa de interés en créditos para automóviles eléctricos.

La industria bancaria no está exenta de riesgos relacionados con el cambio climático. Eventos meteorológicos extremos como “supertormentas” o “megasequías” ponen en riesgo la integridad física de las sucursales, centros de datos, edificios corporativos y personal. Por otra parte, la regulación ambiental, derivada de los esfuerzos de mitigación y adaptación al cambio climático, puede afectar el valor de las carteras de préstamos que incluyen empresas con altas emisiones de gases de efecto invernadero, o aquellas cuyos inventarios son primordialmente reservas de energía fósil. Asimismo, en la era de las redes sociales, el financiamiento de proyectos considerados perjudiciales para el medio ambiente puede desencadenar crisis de reputación difíciles de resolver.

No obstante, con una gestión adecuada de los riesgos asociados al calentamiento global y una estrategia eficaz para identificar los proyectos más rentables, el financiamiento de la economía sostenible podría generar un círculo virtuoso entre la búsqueda del bien común y la generación de valor para las entidades financieras, accionistas y clientes.

Tu opinión enriquece este artículo:

En la frontera no se duerme: Ciudad del Este registra 40 edificios en construcción y US$ 2.905 millones bajo el régimen de turismo

(Por BR) El dinamismo económico de Ciudad del Este y del departamento de Alto Paraná sigue creciendo. De acuerdo con Iván Airaldi, empresario y referente del sector, la frontera vive una buena recuperación desde hace dos años impulsada por el crecimiento del comercio, la llegada de nuevas industrias, inversiones inmobiliarias y la instalación de grandes shoppings que cambiarán el flujo turístico de la región.

Del ensamblaje a la fabricación: el salto industrial que podría redefinir la competitividad del país

(Por MV) Avanza la construcción del Centro Task Paraguay de Autopartes, llamado a convertirse en un nuevo eje de conocimiento para la industria nacional. La apuesta: formar talento capaz de diseñar y fabricar matrices y moldes, y convertirlos rápidamente en piezas industriales listas para producción en serie. Esa capacidad—hoy escasa en Paraguay—podría marcar un punto de inflexión para reducir dependencia tecnológica externa y elevar el valor agregado de lo que se produce puertas adentro.

Acuerdo entre EE.UU. y países latinoamericanos, pero sin Paraguay ¿cómo nos afecta?

La administración de Trump anunció una serie de nuevos acuerdos comerciales con cuatro naciones latinoamericanas: Argentina, Guatemala, Ecuador y El Salvador. Los pactos, difundidos mediante comunicados separados por la Casa Blanca, establecen una apertura de estos mercados a productos estadounidenses a cambio de una reducción significativa de los aranceles que afectan a las exportaciones agrícolas, cárnicas e industriales de los países sudamericanos. ¿En qué consisten?

Evelyn Jacks: el arte como refugio, como batalla y como renacer

(Por NL) Hay personas que pintan y personas que viven pintando. Evelyn Jacks pertenece a la segunda categoría, nació artista, se formó artista y luchó literalmente desde el arte. Su taller fue su escudo en los días más difíciles y su motor cuando el cuerpo parecía no acompañar. Hoy, después de una batalla contra el cáncer, vuelve a levantar sus pinceles con más fuerza que nunca, decidida a llenar hogares con piezas únicas que viajan dentro y fuera del país.

La Bora Bora paraguaya existe y es un resort en Villarrica: piscina, sol y desconexión total

El Faro Hotel & Resort suena cada vez más fuerte cuando se habla de escapadas dentro de Paraguay. Y no es casualidad: quienes llegan al lugar vuelven con la sensación de haber estado en un destino playero, aunque en realidad están en pleno corazón del país. Para entender cómo nació este proyecto y cómo llegó a convertirse en una experiencia tan buscada, hablamos con Guillermo Riquelme, socio gerente del resort.

¿Cuánto mueve la noche de San Ber? El conflicto que podría golpear al turismo y dejar sin trabajo a más de 1.000 personas

(Por NL) La temporada alta de San Bernardino podría enfrentar su mayor crisis en más de una década. La Cámara de Comercio y Turismo de la ciudad alertó que la eventual suspensión del funcionamiento de los boliches y discotecas ubicados en la zona del anfiteatro no solo pondría en riesgo miles de empleos temporales, sino que también impactaría de lleno en la economía local, que depende casi por completo del turismo interno.

Paraguay atrae inversiones, pero aún debe resolver cuellos de botella para convertir interés en instalación

Paraguay mantiene su atractivo como destino de inversión, con más de 20.000 Empresas por Acciones Simplificadas (EAS) constituidas desde 2021. Sin embargo, persisten barreras que dificultan la instalación efectiva de capitales extranjeros. La falta de previsibilidad en servicios básicos, los trámites catastrales y bancarios aún lentos, y la necesidad de mayor planificación pública figuran entre los desafíos que el país debe superar para transformar el interés en inversión concreta.