Desde InfoNegocios conversamos con Jessica Ortiz, coordinadora de alianzas estratégicas, Elisa Céspedes, encargada de comunicación, y Osvaldo Machuca, presidente de Sinergia Sostenible y fundador de Basura Challenge Paraguay, quienes aseguraron que el concepto de movilidad verde está siendo ganando terrenos en individuos y comunidades, especialmente entre las generaciones jóvenes, quienes tomaron más conciencia de la necesidad de adoptar hábitos sostenibles.
Según Jessica Ortiz, la movilidad verde va mucho más allá del simple uso de vehículos no contaminantes. “Se centra en prácticas y tecnologías que reducen la contaminación y fomentan la sostenibilidad en el transporte y el estilo de vida”, explicó.
La movilidad verde abarca desde el uso de bicicletas y vehículos eléctricos hasta la implementación de estaciones móviles de reciclaje. Un proyecto reciente realizado por Basura Challenge es el de Móvil Circular, que se erige como una innovadora estación de reciclaje que no solo facilita la clasificación de residuos durante eventos, sino que involucra a la comunidad en actividades de reciclaje.
En estos eventos, los asistentes participan activamente en el reciclaje de tapitas y vidrio utilizando bicicletas que generan la energía necesaria, promoviendo así una economía circular y un entorno más consciente.
Móvil Circular ya logró recuperar más de 60 toneladas de residuos de ríos y arroyos, principalmente plástico, vidrio y materiales electrónicos. Ahora, con la implementación de este servicio sostenible de recolección de residuos, buscan evitar que estos materiales lleguen a los vertederos y continúen contaminando el medio ambiente.
Para Osvaldo Machuca, “los jóvenes están cada vez más comprometidos con el medio ambiente, y proyectos como el nuestro les ofrecen una oportunidad tangible para participar en actividades de reciclaje y sostenibilidad”. El compromiso de los jóvenes paraguayos se refleja en su disposición a colaborar como voluntarios y emprendedores en iniciativas ambientales, y en el uso de redes sociales y eventos para difundir prácticas verdes. Esto no solo amplía el alcance de estos proyectos, sino que también motiva a otros sectores de la sociedad a unirse a la causa.
Y en esa línea Elisa Céspedes, mencionó que “a corto plazo, la movilidad verde puede reducir la contaminación y los residuos en áreas urbanas, mejorando la calidad del aire y el entorno. A largo plazo, podría presenciar una transformación cultural hacia una mayor protección ambiental y una economía circular que aproveche al máximo los recursos, beneficiando a la biodiversidad ya las comunidades en general”.
La adopción de hábitos más ecológicos en Paraguay requiere de un enfoque integral que combine educación, infraestructura y apoyo comunitario. Ortiz propone varias recomendaciones, entre ellas, promover experiencias educativas que fomenten el reciclaje y la reducción de residuos, así como ofrecer servicios móviles de reciclaje, como los que proporciona Móvil Circular, que acercan la educación ambiental directamente a los espacios donde la gente se reúne.
También considera esencial fortalecer las infraestructuras verdes, como las ciclovías, y ofrecer incentivos para el uso de medios de transporte sostenibles. Estos elementos, comentó Ortiz, son necesarios para incentivar la participación de las comunidades en actividades de sostenibilidad en todo el país.
A pesar de los avances, Paraguay enfrenta diversos desafíos en su camino hacia la movilidad verde. La falta de infraestructura adecuada para modos de transporte sostenibles, el desconocimiento sobre prácticas ambientales, y los altos costos iniciales asociados a tecnologías sostenibles dificultan la adopción de esta tendencia. Ortiz resaltó que una de las soluciones para estos problemas es acercar la educación ambiental y el reciclaje a la comunidad mediante iniciativas accesibles y visibles.
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