En 2022, Paraguay logró un hito significativo al avanzar en la reglamentación de la Ley Nacional de Recursos Hídricos, promulgada en 2007. Según Rodas, este paso era fundamental, ya que estableció criterios para realizar el inventario de los recursos hídricos, determinar la cantidad de agua disponible en el territorio nacional y evaluar el estado de los ecosistemas de donde proviene el agua consumida.
“Uno de los puntos más destacados de esta reglamentación es la creación de planes de gestión de humedales, los cuales juegan un papel clave en la purificación del agua. En ese sentido, el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) fue designado como la autoridad encargada de regular el uso del agua y evaluar su estado actual”, mencionó Óscar Rodas.
Uno de los principales problemas que enfrenta el país es la contaminación de las fuentes de agua en las grandes urbes. Rodas alertó sobre el deterioro de los arroyos y ríos que atraviesan las ciudades, los cuales están gravemente afectados por la acumulación de basura y el vertido de efluentes cloacales sin tratar. Esta situación afecta la calidad del agua potable, pone en riesgo la salud de la población y altera el equilibrio ecológico.
“Paraguay ratificó su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que incluyen el número 12, referido a la producción y el consumo sostenible. En este contexto, el consumo responsable del agua implica no solo reducir el desperdicio en los hogares, sino también mejorar la eficiencia en el uso industrial y agrícola”, puntualizó Rodas.
Asimismo, enfatizó que el agua es un derecho garantizado para todos los habitantes del país y que su gestión eficiente es crucial para el desarrollo económico y social. Además, instó a un cambio en el modelo de producción actual, ya que la deforestación y la alteración de ecosistemas han reducido significativamente las fuentes de agua natural.
El cambio climático también ha agravado la crisis del agua en Paraguay. La combinación de sequías, olas de calor extremas y la disminución de lluvias afecta directamente la disponibilidad del agua para consumo humano, riego, navegación y producción energética.
La energía hidroeléctrica, una de las principales fuentes de ingresos del país, depende del caudal de los ríos, que a su vez está condicionado por las precipitaciones. Rodas advirtió que, si no se implementan políticas adecuadas para la gestión de los recursos hídricos, el país podría enfrentar serios problemas en el futuro.
WWF Paraguay impulsó diversas iniciativas para concienciar sobre la importancia de la preservación del agua. Una de ellas es la campaña Panta Now, que busca unir esfuerzos entre Bolivia, Paraguay y Brasil para proteger el Gran Pantanal, uno de los humedales más grandes del mundo y una de las principales fuentes de agua dulce en la región.
Este ecosistema desempeña un papel fundamental en la navegabilidad del río Paraguay, el abastecimiento de agua para las ciudades y la conservación de la biodiversidad. La campaña también busca fortalecer la cooperación trinacional para implementar medidas de protección ambiental.
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