“El remo es conocido por ser un ejercicio de bajo impacto que, al mismo tiempo, trabaja de manera integral los músculos del cuerpo. Cada remo implica un esfuerzo en los brazos, las piernas y la zona media. Esto lo convierte en un deporte que ejercita todo el cuerpo, ayudando a tonificar y fortalecer los músculos”, explicó Gabriela Mosqueira, coach de la Escuela de remo Paraguayo-Alemán.
A diferencia de otros deportes, el remo no pone presión sobre las articulaciones, lo que lo hace amigable para quienes tienen problemas en rodillas, tobillos o caderas. Es ideal para personas que buscan realizar actividad física sin el riesgo de lesiones articulares. Además, es uno de los deportes que más calorías quema debido a su intensidad y la energía que requiere. Se compara con la natación en cuanto a exigencia metabólica, siendo una excelente opción para quienes desean perder peso o mejorar su resistencia física.
“Más allá de los beneficios físicos, este deporte es una excelente manera de desconectar del estrés diario, ya que pasamos todo el día entre la oficina, el tráfico, la casa y el estrés laboral y social”, aseguró Mosqueira.
El remo se practica en entornos naturales, lejos del ruido urbano, lo que permite una desconexión única. El movimiento de remar, combinado con el silencio y el contacto directo con el agua, genera una experiencia casi meditativa. Los practicantes se concentran completamente en el presente, lo que les permite liberar tensiones y conectarse consigo mismos.
Como ocurre con cualquier disciplina, Mosqueira explicó que el remo tiene un proceso de aprendizaje, y los principiantes deben estar preparados para enfrentar algunos desafíos. Uno de los obstáculos más comunes es la constancia, ya que el remo exige un esfuerzo físico regular para obtener resultados. La sensación de progreso puede ser lenta al principio, lo que puede generar frustración en aquellos que esperan avances inmediatos.
En este sentido, los entrenadores enfatizan que los progresos en el remo se dan a largo plazo. “Para una persona que empieza a practicar, es importante entender que los avances son lentos y se ven a mediano y largo plazo. Muchos alumnos quieren pasar rápidamente de la escuelita a los botes de competencia, pero todavía no están preparados. Existe el mito de que, si estoy en un bote de carrera —digamos, un Ferrari—, remaré más rápido, pero no es así”, mencionó Mosqueira.
El remo requiere paciencia y práctica constante, y el verano es la temporada ideal para practicarlo. Los beneficios de la actividad se multiplican con el calor, ya que se queman más calorías en ambientes cálidos y húmedos. No obstante, debido a las altas temperaturas, las clases se programan principalmente al amanecer, cuando el clima es más fresco, o por la tarde, después de que el sol haya bajado. “Lo ideal es entrenar bien temprano en el verano, a las 6 de la mañana, o por la tarde, a partir de las 5, por el intenso calor que estamos teniendo”, destacó.
Durante el verano, las clases de remo coinciden con la temporada de competencias. La Federación Paraguaya de Remo organiza una serie de eventos nacionales en los que participan tanto niños como adultos. Hay categorías para todas las edades y niveles de habilidad, desde los más pequeños, que pueden comenzar a competir a partir de los 8 años, hasta adultos en categorías como senior y máster, agrupados según sus edades.
Lo que hace único al remo es su accesibilidad para personas de todas las edades. Este deporte no tiene barreras de edad, lo que se refleja en la participación activa de personas mayores. “Un ejemplo es el doctor Lefebvre, quien, con 69 años, sigue practicando de manera constante junto a su esposa”, comentó Mosqueira.
Además de las competencias nacionales, el remo también es una actividad integradora para toda la familia, lo que lo convierte en un deporte perfecto para compartir entre padres e hijos. En muchos clubes de remo, como el que organiza estas clases, se realizan regatas familiares en las que padres y niños pueden competir juntos.
La Escuela de Remo Paraguayo-Alemán está ubicada en una reserva ecológica, lo que destaca la importancia de la conservación del medio ambiente. Sin embargo, no está exenta de desafíos, especialmente por la contaminación de la bahía de Asunción, donde desemboca la cloaca de la ciudad. Pese a las dificultades, la escuela realiza limpiezas diarias del lugar, restringe el ingreso de vehículos y prohíbe cualquier actividad que no sea de tipo deportivo.
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