.jpg)
.jpg)
“Siempre sentí mucha curiosidad por todo lo que ofrece nuestro planeta”, comentó Valentino al recordar sus primeras travesías. Durante sus vacaciones, se lanzaba al mundo buscando experiencias únicas. Fue en uno de estos viajes que la imagen de los rodanteros encendió una idea, vivir cada destino desde la libertad que ofrece una casa rodante.
Originalmente era un bus de pasajeros Nissan, pero fue transformado y hoy es un hogar rodante totalmente equipado que combina comodidad y autonomía. Junto a su mamá y su hijo, Valentino hizo de El Cachalote su refugio y su ventana al mundo. Han explorado decenas de ciudades de Paraguay, cruzado fronteras hacia localidades vecinas y emprendido un viaje inolvidable de 4.000 kilómetros por la costa argentina.
El próximo destino ya está marcado en el mapa, Uruguay. En total, Valentino calculó que ha recorrido cerca de 8.000 kilómetros junto a El Cachalote. “Cada viaje es una historia que me impulsa a seguir explorando”, aseguró.
La casa rodante tiene dormitorios para cuatro personas, cocina, comedor, baño, terraza, paneles solares, tanques de agua y desechos, lavarropas, heladera, calefón, además de un garaje trasero para una moto, parrilla, horno y electrodomésticos pequeños.
Para Valentino, cada kilómetro recorrido es una lección y una historia. “A corto plazo quiero seguir sumando experiencias, aumentando los días y la distancia de los viajes. Mi sueño a largo plazo es vivir la jubilación como un nómada”, confesó.
Por otro lado, insistió en la importancia de conocer las maravillas de Paraguay. “Es mucho más interactivo y enriquecedor descubrir nuestra historia y recursos visitando lugares históricos y turísticos”, explicó. Cada rincón del país es una oportunidad para conectar con nuestras raíces.
Para él, el verdadero valor está en las experiencias, las personas y las culturas que se encuentran en el camino. “Animarse es el primer paso. Buscar alternativas y probar. La mayor barrera suele ser económica, pero hay muchas formas de hacer que funcione”, alentó Valentino.
Cerró con una frase inspiradora de la banda El Plan de la Mariposa: “Los kilómetros no son distancia, sino vida por recorrer”, e invitó a imaginar un mundo donde cada destino está al alcance de nuestras ruedas y nuestra curiosidad.
Tu opinión enriquece este artículo: