Para el consultor con experiencia en gerenciamiento de medios, Guillermo Ramírez, el periodismo como negocio sostenido única y exclusivamente con la publicidad, es un modelo que está más pronto a desaparecer que a reflorecer. “Esto se debe a una innumerable serie de factores y en el caso paraguayo pasa que la propiedad de los medios de comunicación está muy vinculada al poder económico”, opinó.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP), Carlos Jorge Biedermann, puntualizó que la irrupción de lo digital modificó la lógica del negocio de la comunicación y la pandemia exacerbó esos cambios. “Los propios medios tradicionales se están vinculando con los canales digitales y en Paraguay recién empezamos a ahondar en las nuevas tendencias. La audiencia se fragmentó y hay medios prácticamente para cada tipo de audiencias”, agregó.
Sobre el mismo tema, Ramírez complementó que las audiencias se renuevan y dividen en nichos, pero las nuevas generaciones ya no se sienten identificadas con los grandes medios e incluso sienten desconfianza de ellos. Al respecto, añadió que dicho fenómeno es preocupante porque “la sociedad debería poder confiar en sus medios de comunicación, mucho más con el contexto político y social que caracteriza a Paraguay”, consideró.
No obstante, no sería preciso sentenciar la muerte de los medios periodísticos sostenidos con pauta publicitaria, de hecho, el último informe de la CAP sobre el comportamiento del consumo de medios en el primer trimestre del año reveló que la televisión sigue siendo el medio por excelencia. Con un crecimiento mayor al 5% interanual, la televisión (aire y cable) consiguió picos de 25 puntos de rating (25% de la población asistiendo ese medio en el horario pico), superando a los demás medios.
Por su parte, las emisoras de radio (AM y FM) crecieron más de 10% durante el primer trimestre y fue el medio que proporcionalmente tuvo mayor crecimiento interanual. A su vez, las páginas web fueron el segundo medio de mayor audiencia, llegando al 54% de consumo promedio del total del universo.
“Apostar a medios digitales aún no es lo suficientemente costo-efectivo para los anunciantes, a nivel mundial, entre 35 a 40% la inversión ya está en digital, pero los medios tradicionales todavía cuentan con mucha fuerza”, subrayó Biedermann, quien apuntó que “la pandemia valorizó de vuelta a los medios tradicionales por la cantidad de información falsa que hay en las plataformas digitales”.
Matizando la situación, Ramírez aceptó que la pauta en medios tradicionales sigue moviendo una gran cantidad de dinero, las marcas no dejarán de apostar a la televisión y a la radio. No obstante, si se piensa desde el lado de los medios de comunicación, afirmó que pretender sostener un proyecto solo con pautas es un error.
“Los medios nuevos tienen la oportunidad de crecer junto a sus audiencias de forma progresiva y honesta, porque la confianza es la moneda más importante en la transacción entre el consumidor y los productores de noticias. Hay posibilidad de formar modelos más cooperativos de medios”, argumentó Ramírez. Posteriormente, calificó positivamente que muchos medios relativamente independientes hayan surgido en los últimos años y consideró que el desafío está en descifrar cómo relacionarse de forma más directa con sus audiencias para sobrevivir.
El futuro del periodista
En relación a la manera en que los cambios por el que pasa el modelo tradicional de negocios de los medios de comunicación y su influencia en la situación de los periodistas, Ramírez mencionó que todo indica a que los trabajadores de prensa se ubiquen en redacciones que no necesariamente sean lugares físicos, donde las herramientas caben dentro de un bolsillo. “Hay que analizar mucho las consecuencias que tendrá ese cambio. Particularmente, me parece fundamental que el periodista conserve la libertad para investigar y que el medio sea una plataforma para contar historias, más que una marca. Para lo demás no tengo una respuesta”, concluyó.
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