Desde su creación hace 31 años, Mercosur tuvo sus detractores y momentos en los que la continuidad del bloque estuvo en entredicho. Pero, hasta ahora, la unión aduanera pudo superar sus dificultades y el consenso es que los convenios comerciales se sigan haciendo de común acuerdo entre los socios, una situación que la determinación uruguaya vuelve a poner a prueba.
Para Elzear Salemma, presidente del Centro de Importadores del Paraguay (CIP), el Mercosur “es como un corsé que tiene Paraguay para negociar con muchos otros países; hoy, por ejemplo, nuestro país puede exportar muy pocos productos industrializados a los países limítrofes por una cuestión de exigencia. Es casi imposible vender a Argentina o a Brasil un producto industrializado”.
El empresario afirmó que si bien la obligación de hacer tratos comerciales en bloque es una ventaja porque nuestro mercado es pequeño, negociar bilateralmente con países fuera del Mercosur también podría abrir posibilidades a los productos nacionales.
“Ahora Uruguay nos está demostrando que con algo más de 3 millones de habitantes, que es su mercado, igual están logrando acuerdos con otros países. Paraguay tiene mucho por hacer en cuanto a su comercio exterior, y no digo que salgamos de Mercosur, pero podemos flexibilizarlo para que los Estados se sientan libres de hacer acuerdos con otros países”, añadió.
Hay obstáculos
Si es factible o no para Paraguay seguir el camino que Uruguay quiere comenzar a andar, tal vez no sea tan sencillo, ni siquiera para los uruguayos, porque a pesar de que ellos dan por hecho el TLC, la suscripción del documento todavía está lejos de haberse concretado.
Es que a pesar de lo manifestado por el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, de que van a avanzar en las negociaciones con China, con el Mercosur o sin él, desde el gigante asiático, a través de su Ministerio de Comercio aclararon que todavía quedan aspectos por analizar y los pasos a seguir y no fueron tan contundentes como las autoridades uruguayas.
“El ministerio chino dijo en el comunicado que ellos aspiran a que las negociaciones se hagan con todos los países del Mercosur”, aseveró el viceministro de Economía e Integración, Raúl Cano Ricciardi. Medios uruguayos se hicieron eco del comunicado y de lo expuesto por los chinos, aunque agregando que además de la expresión de deseo de negociar con el bloque, también manifestaron que están a favor del libre comercio y de las negociaciones bilaterales.
La posición paraguaya es que se respeten la letra y el espíritu de los textos fundacionales del Mercosur que establecen que las determinaciones son por consenso y que cualquier negociación se debe iniciar con la presencia de los Estados parte.
El funcionario también recordó que, en bloque, los socios poseen una “mayor musculatura” para negociar, como quedó demostrado con el acuerdo alcanzado con Singapur. Mencionó, asimismo, que en el caso particular de China, su ingreso al mercado regional podría dejar en desventaja a las industrias locales, sobre todo a la incipiente manufactura paraguaya.
Los uruguayos defienden su posición con el argumento de que el tratado del Mercosur, tal como está concebido, le da la posibilidad de firmar TLCs, no solo con China. “Uruguay va por más países, está hablando con Turquía y con otros países, no solo con China, que es más relevante por el hecho de que es una de las economías más grandes del mundo, pero es una llave para firmar acuerdos con otros países”, indicó Sebastián Pérez, presidente de la Cámara de Comercio Paraguayo Uruguaya.
¿Habrá sanciones? De momento Mercosur no tomó ninguna determinación al respecto, y está en duda si puede o no aplicar medidas punitivas a Uruguay. Lo cierto es que la firma del TLC todavía está lejana y, además, todavía quedará la instancia legislativa uruguaya, que es la que debe aprobar el acuerdo para que entre en vigor. “Cuando ocurra vamos a analizar los pasos a seguir”, anunció Cano Ricciardi. Por ahora, China está muy lejos.
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