Los demás países, que conforman la lista con energía 100% renovable, son Costa Rica, Dinamarca, Noruega, Islandia y Uruguay. Paraguay se encuentra en el quinto lugar, según la Red de Políticas de Energía Renovable para el Siglo XXI (REN 21).
Para el ingeniero Victorio Oxilia, doctor en política energética, Paraguay posee condiciones favorables gracias al aprovechamiento del potencial hidráulico de un río (el Paraná). Incluso, la Central Hidroeléctrica Acaray, aprovecha el potencial de una subcuenca del mismo río Paraná.
“Ese enorme potencial hidráulico concentrado en una sola cuenca y particularmente en un solo río es visto como una bendición, pues permite que el Sistema Interconectado Nacional sea abastecido con electricidad con base 100% renovable”, refirió.
No obstante, al considerar los efectos del cambio climático, eso puede significar un riesgo. Una sequía en la cuenca del río Paraná afecta a la generación hidroeléctrica de Paraguay, lo cual no se siente en este momento, porque todavía existe una gran capacidad excedente de generación, pero, en el futuro, las condiciones pueden ser delicadas.
Oxilia consideró que Paraguay debe diversificar su parque de generación de energía eléctrica con el objetivo de reducir riesgos. En ese sentido, el aprovechamiento de la energía solar y, más tarde, la eólica, puede representar parte de la solución para reducir la vulnerabilidad frente al cambio climático.
“Para reducir los riesgos del sistema eléctrico paraguayo es recomendable que el país profundice estudios sobre el aprovechamiento del potencial de otros recursos renovables. El recurso eólico es poco conocido, por ejemplo. También es recomendable que se realicen periódicamente análisis del posible comportamiento hidrológico con base en escenarios climáticos”, aconsejó.
Igualmente, la tendencia es que los costos energéticos bajen a mediano plazo por el gran peso que posee Itaipú en el suministro de electricidad a Paraguay.
A largo plazo, los costos pueden elevarse un poco y el aprovechamiento de la energía solar y eólica tendría gradualmente mayor participación en la generación de energía, así como instalaciones de almacenamiento energético. etc. Aunque esta situación se podría presentar en la siguiente década; no en la actual.
Aprovechamiento industrial
Acerca de las ventajas competitivas que posee el país en materia energética para atraer inversiones del ámbito industrial, la transformación es el camino y existen posibilidades de su concreción.
“La estrategia más conveniente para la energía hidroeléctrica excedente de Paraguay es la de transformarla en producción industrial, en un impulso para el transporte (hoy día totalmente dependiente de hidrocarburos importados) y en generación de empleos”, sostuvo.
El experto agregó que esta perspectiva podría cambiar el rostro del país y convertirlo en sustentable, hecho que solamente se desarrollaría con las banderas de una movilidad eléctrica sostenible y la producción de bienes de la economía baja en emisiones (hidrógeno verde, amoniaco verde, acero verde, etc.), lo cual representaría un cambio disruptivo en la matriz energética del país y en el sector productivo.
“Lo conveniente es diversificar el parque generador con participación de otras fuentes renovables, como la energía solar y eólica, también la bioenergía. No obstante, no se debe descartar la posibilidad de continuar el aprovechamiento del potencial hidráulico aún remanente en el río Paraná. Hay proyectos relevantes como el de Corpus Christi y el del embalse de compensación de Yacyretá”, dijo.
Superpotencia verde
Por su parte, el economista Andrés Filártiga, indicó que acorde a la prestigiosa revista británica, The Economist, en su edición “The world ahead 2024” denominan a nuestra región como “Green Power” (una superpotencia verde).
“El 25% de la energía consumida proviene de fuentes renovables (ríos, sol, vientos), el 50% de las reservas de litio (Chile, Argentina, Bolivia) para las baterías de vehículos eléctricos; el 30% de las reservas de cobre (para cables de transmisión eléctrica; 50% de las reservas de plata, para la construcción de paneles solares.
Además del 25% de la superficie mundial de bosques. A esto se suma que la proyección del 25% de la producción global de hidrógeno verde (alternativa a los combustibles), representa una oportunidad en el campo de la innovación financiera, con Chile y Brasil liderando la emisión de bonos verdes con tasas reducidas (financiación destinada a proyectos de impacto climático).
En este contexto, afirmó que “Paraguay es un jugador importante en la región, al ser uno de los pocos que tienen consumo de energía 100% renovables (hidroeléctricas)”.
Asimismo, cuenta con dos grandes proyectos de inversión de capital privado, de enorme impacto: Paracel (sector forestal, que incrementará la superficie forestal para industrialización), y en el sector del hidrógeno verde (capital británico Atome), para producción de fertilizantes. También comentó que la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), posee un proyecto piloto de producción de energía solar en el Chaco.
“Paraguay tiene todo el potencial para generar energía, no solo desde sus ríos, sino también a partir del sol y los vientos, y además esa energía es renovable y la más económica de la región”, concluyó Filártiga.
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