“Hace dos años iniciamos este programa (Mi Vivienda) orientado a la clase media trabajadora. La idea es ir consolidando cada vez más esos programas para poder asistir a las familias que ganan más de un salario mínimo y no tienen casa propia a través del subsidio por parte del Gobierno y el crédito complementario que otorga al sector financiero”, dijo.
En cuanto al déficit habitacional, el ministro manifestó que hasta el momento hay 1.152.000 personas con déficit, del cual el 93% está orientado al déficit cualitativo, es decir, más de 1 millón de personas tienen casa, pero de mala calidad.
Por esta razón, “el próximo año, y teniendo en cuenta el bono demográfico, el foco de la inversión va a estar en el sector inmobiliario. La gente que tiene una casa de baja calidad va a querer refaccionar, remodelar, ampliar”, expuso.
El secretario de Estado destacó que hace cinco años no había tantas desarrolladoras inmobiliarias en el mercado como ahora y esa es la respuesta a una demanda existente.
“Este es el único momento en que la demanda supera a la oferta. Recibimos mucha gente de Argentina, que encuentran en nuestro país un foco de inversión mucho más estable y sólido por los fundamentos macroeconómicos. Ellos ven como una opción invertir en el sector inmobiliario y muchos pueden comprar edificios y utilizarlos como obtención de renta o comercialización”, reveló Pereira, quien además precisó que el segmento de inversiones inmobiliarias creció más del 20% en los últimos dos años.
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Por su parte, Teresa de Velilla, presidenta de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), indicó que la AFD ya ha otorgado préstamos por US$ 1.000 millones para el desarrollo inmobiliario en Paraguay.
“Hoy casi el 45% de la cartera que administra la AFD está orientada a la vivienda. Esto lo podemos hacer gracias a las alianzas estratégicas con bancos, financieras y cooperativas. Hemos otorgado préstamos para más de 25.000 familias paraguayas”, afirmó.
Agregó que existe la posibilidad de sumar ingresos de la familia (papá, mamá, hijos) para acceder a una vivienda propia a precio de alquiler en el plazo de 20 a 30 años.
Además, Velilla consideró que pese al encarecimiento de las tasas de crédito, el año pasado batieron récords, beneficiando de 3.700 familias, de las cuales el 29% fueron mujeres las beneficiarias. “Fue un récord absoluto y este año de vuelta creemos que vamos a alcanzar eso. Hoy tenemos sistemas tecnológicos que permiten acelerar los procesos”, dijo.
Por último, Velilla mencionó que hoy les entusiasma las variadas opciones y la evolución en el ecosistema inmobiliario. “Nos alienta y nos dice que hay un mercado muy importante”, concluyó.
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