Lo que nos condujo al éxito en el pasado puede no ser suficiente, ni efectivo en el presente. No se trata de innovar por el simple hecho de estar a la vanguardia, sino de desarrollar una nueva forma de interpretar la realidad. En particular, una nueva forma de liderar a las personas de nuestro equipo.
Si no lo hemos hecho aún, necesitamos construir una cultura diferente, preparada para enfrentar desafíos complejos con flexibilidad, visión y humanidad. Esa será la clave para seguir siendo relevantes en un entorno que no deja de transformarse.
Como líder comercial, usted ya sabe que no existen fórmulas mágicas ni soluciones universales. Pero también sabe que su forma de liderar puede ser el factor decisivo para encender el potencial de su equipo y generar resultados sostenibles.
En la actualidad, liderar con agilidad no solo significa adaptarse al cambio, significa impulsarlo. Transformar un equipo en uno verdaderamente ganador requiere algo más que procesos y métricas. Requiere una visión integral de 360 grados sobre la cultura interna, los valores compartidos, las creencias instaladas y las dinámicas que definen el día a día de los equipos.
Por eso, el mindset que usted adopte como líder comercial es lo que habilitará una nueva forma de vender, de relacionarse con los clientes y de crecer en mercados cada vez más competitivos.
Todo líder ágil sabe que la transformación comienza por uno mismo. La primera pregunta no es qué debemos cambiar en el equipo, sino qué aspectos de nuestro liderazgo necesita evolucionar para influir positivamente en los resultados y en las personas. Liderar con agilidad, especialmente en contextos comerciales complejos, implica mucho más que adaptarse, significa crear conversaciones significativas, generar compromiso compartido y construir una cultura donde todos se sientan responsables de los resultados.
La agilidad nace de una mentalidad colaborativa, de la convicción de que el aprendizaje y la mejora son constantes. También requiere espacios seguros para el diálogo, donde cada integrante pueda expresar ideas con libertad, sin temor al juicio. Porque sí, necesitamos nuevas ideas, y si son mejores que las nuestras, mejor aún.
Durante los entrenamientos que brindo a líderes comerciales, por lo general siempre surgen las mismas preguntas clave, ¿Qué puedo hacer diferente para potenciar los resultados?, ¿Qué aspectos de mi liderazgo debo trabajar para generar impacto real en el equipo?, ¿Cómo puedo motivar incluso cuando los recursos son escasos o las condiciones adversas?
La respuesta no está en controlar más, sino en liderar mejor. Y eso empieza por revisar nuestras propias creencias y hábitos como líderes.
Lo invito a pensar, ¿Con qué frecuencia realiza reuniones de trabajo, cuánto duran? ¿Las personas pueden expresar sus ideas libremente sin temor a ser sancionadas? ¿Escucha para responder o para comprender? ¿Incluye a todos y promueve la colaboración? Acción: Fomente las conversaciones, durante una reunión no se exprese primero, permita que lo hagan los demás. Incluya a todos. Pida ideas continuamente y garantice la tranquilidad mental. Aumente su empatía y conozca cómo están las vidas de sus liderados.
¿Cómo están las habilidades comerciales del equipo? ¿Venden y negocian con precisión? ¿Cómo están los funnels y pipeline del equipo, dónde se frena la venta y qué deben mejorar? ¿tanto en B2C como en B2B observe cómo atienden y qué experiencia al cliente brindan? Acción: Entrene las competencias que el equipo necesita. Analice si el pipeline se ajusta a la realidad actual. Observe en qué etapa del funnel se traban las personas y qué les impide avanzar, luego trabaje sobre un plan de mejora personal con cada uno. Analice los procesos de atención e implemente métricas que midan la experiencia, comparta los resultados.
¿Cómo está la prospección? ¿Cuántos clientes visitan por día? ¿Cuánto tiempo le dedican a la prospección digital? ¿Cuántas llamadas de ventas efectúan?, ¿cuántas de ellas son contactos de ventas?, ¿existe espacio para visitar más? ¿cómo presentan lo que venden? ¿Cuánto tiempo efectivo de ventas poseen al día? ¿Qué tareas no productivas pueden dejar de hacer? ¿Hacen cross y up selling? Acción: Converse con el equipo sobre qué completa su agenda diaria y ayúdelos a optimizar los tiempos de ventas. Acompáñelos tanto en el terreno. Analice cuantitativamente los motivos por los cuales no venden todas las categorías de productos y servicios, implemente un plan y contrólelo periódicamente.
Finalmente, usted puede motivar desde su rol, escuchando, compartiendo, colaborando, incluyendo, brindando feedback positivo, aceptando ideas y promoviéndolas. Mi mentor John Maxwell sostiene que “si estamos en un pozo, lo primero que debemos hacer es dejar de cavar”.
Siempre estamos a tiempo de cambiar nuestra manera de liderar, solo necesitamos mirarnos al espejo y comenzar con el cambio para que la máquina de ventas comience a funcionar.
En más de 30 años que llevo en el mundo de las ventas y el liderazgo no he visto fracasar a ninguna persona que decida girar 180 grados y reconstruirse nuevamente, al contrario, las vi triunfar. Observe su liderazgo y ajuste lo que haga falta. Seguramente, al reformular su mentalidad, su equipo se transformará en una verdadera máquina de vender.
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