"Estamos terminando de pagar los montos correspondientes a enero y febrero, y estamos enviando los primeros 5.000 depósitos al Banco Nacional de Fomento, para quienes cobran en efectivo en la institución. El lunes completaremos la lista con las personas que utilizan tarjetas de débito, de manera a que retiren sus compensaciones antes del feriado", indicó.
A la fecha existen unos 18.000 contratos suspendidos, pero es posible que esta cifra suba a 20.000 contratos al cierre de marzo, a 25.000 contratos para abril y “a este ritmo se podría aguantar hasta junio, como mucho”, expresó. “Si se tiene un aumento exponencial en las cifras, los fondos alcanzarán hasta mayo”, añadió.
De los US$ 100 millones disponibles, unos US$ 85 millones ya fueron utilizados en concepto de subsidios por contratos suspendidos, reposos por COVID-19 positivo y por aislamientos preventivos y por vulnerabilidad.
"En una reunión técnica conversamos con la ministra de Trabajo Carla Bacigalupo, y ella se contactó con las autoridades del Ministerio de Hacienda para obtener más recursos para el pago de estas compensaciones. Por si la cantidad de contratos se dispara y tengamos que seguir pagando más allá de mayo o junio", afirmó.
Halley explicó que la compensación económica es un sustitutivo del trabajo, quiere decir que una vez que se suspende a un trabajador e IPS se hace cargo del subsidio, el empleador no puede solicitar al empleado que retorne a su puesto y desempeñe sus tareas con normalidad.
“Esto no está contemplado y todo trabajador cesado no debe asistir a la oficina ni hacer trabajos desde el hogar”, resaltó.
Pago
El IPS abona G. 1.096.000 a cada trabajador suspendido y hasta fines de 2020, ya compensó a más de 150.000 trabajadores, expuso.
Muchos empleados retornaron a sus puestos gracias a la reactivación de los rubros, pero ahora se tiene un panorama incierto y “todo dependerá de la situación en las próximas semanas”, concluyó.
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