“Paraguay exporta principalmente productos de la industria de la carne, azúcar, y productos derivados, como la azúcar orgánica y el Petit Grain, un aceite esencial crucial en la producción de perfumería, en el que Paraguay es uno de los principales productores a nivel mundial”, explicó Libourel. Sin embargo, las importaciones paraguayas desde Francia abarcan una amplia gama de productos, incluyendo marcas de lujo, cosméticos, medicamentos y vehículos de marcas como Renault, Peugeot y Citroën.
A pesar de este desbalance, Libourel es optimista sobre el potencial de crecimiento en ambos sentidos. “Francia es un mercado exigente, pero con gran potencial para productos de calidad. Por ejemplo, el ron paraguayo, derivado de la caña de azúcar, tiene un lugar importante en los mercados europeos. También existen oportunidades con otros productos derivados de la carne y alimentos procesados, como las barras de cereales”, agregó Libourel.
El presidente de la Cámara subrayó también el valor de las pymes paraguayas en sectores como la agricultura de alta precisión, que podrían beneficiarse de las tecnologías y servicios franceses, con miras a aumentar la productividad del sector agrícola en Paraguay.
Uno de los grandes retos que enfrenta Paraguay, según Libourel, es la falta de visibilidad entre los inversores franceses, quienes tradicionalmente han optado por países como México, Argentina, Chile y Brasil. “Cuando los empresarios franceses piensan en América Latina, su primera opción son los mercados de estos países vecinos. Paraguay aún no está suficientemente presente en su radar, por lo que nuestra tarea como Cámara de Comercio es hacer un trabajo pedagógico”, explicó.
Libourel hizo hincapié en las ventajas que Paraguay ofrece a los inversionistas, tales como el régimen fiscal de maquila, que otorga exoneración de impuestos a empresas extranjeras que operan en Paraguay. Además, señaló la estabilidad macroeconómica y el bajo costo de la mano de obra como otros factores atractivos para los inversionistas extranjeros.
Con el objetivo de incrementar la visibilidad de Paraguay como destino de inversión, la Cámara de Comercio Paraguayo-Francesa está trabajando en la organización de un gran evento en Ciudad del Este, en la triple frontera. La idea es reunir a empresarios de Argentina, Brasil y Francia para promover las ventajas del régimen de maquila y otros beneficios económicos.
“Este evento será importante para mostrar a los empresarios las ventajas del régimen de maquila y cómo Paraguay está tomando el liderazgo en ciertas áreas, como el sector industrial y agroindustrial”, mencionó Libourel. Está previsto para el primer semestre de 2026.
A pesar de los retos, ya existen algunos casos de éxito que demuestran el potencial del país como destino de inversión. Entre ellos, destacó el ejemplo de la Oxigena Paraguay, una empresa francesa con casi 70 años de presencia en Paraguay, que es líder en el mercado de gases industriales. Además, la representación de Renault en Paraguay, que lleva varias décadas operando en el país, ha tenido también resultados positivos.
Libourel mencionó también el éxito de pequeñas pymes que han logrado destacarse en sectores como la producción de azúcar orgánica, con inversores franceses apoyando su crecimiento. “Todavía estamos en las etapas iniciales de aprovechar el potencial de Paraguay. Creo que no hemos ni siquiera tocado el 0,1% de las oportunidades que el país tiene para ofrecer”, afirmó.
Para las empresas paraguayas que desean expandir su presencia en el mercado francés, Libourel sugirió trabajar en el cumplimiento de las normativas europeas, especialmente las relacionadas con la sanidad y la vigilancia de medicamentos y alimentos. Además, la posibilidad de un acuerdo Mercosur-Unión Europea, que simplificaría los procesos de comercio entre ambos bloques, se presenta como una gran oportunidad.
“Las exportaciones paraguayas a Europa tienen un gran potencial. La firma de un acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea podría abrir las puertas a un mercado mucho más amplio y accesible”, acotó Libourel. Sin embargo, advirtió que el proceso de adaptación a las normas europeas puede ser desafiante, pero una vez superado, abre oportunidades significativas para las empresas paraguayas.
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