El Banco Central del Paraguay (BCP) divulgó, nuevamente, algunas advertencias sobre el uso de activos o monedas virtuales privadas, conocidas como criptomonedas. En su comunicado alude que no tienen curso legal al no ser emitido por ellos.
Alegan que su precio fluctúa de acuerdo a la oferta y la demanda, con mucha variabilidad, siguiendo parámetros de inversiones de alto riesgo. A su vez, afirman que las criptomonedas “son utilizadas como instrumentos de pagos en operaciones ilícitas”.
Ante lo cual, el analista financiero Stan Canova indicó que el anonimato para hacer negocios ilícitos también pasa con el sector financiero convencional, utilizando esquemas y estrategias. “La demanda de adquirir no la puede controlar el Gobierno”, adujo en alusión a la democratización del dinero.
Canova recordó que el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) denomina a los bitcoins como activos virtuales. Por un lado, el resguardo de valor, en cuyo caso se puede adquirir por ejemplo un commodity a un monto que luego puede subir o bajar, dependiendo de la cotización, y también puede ser usada como moneda de cambio no oficial pero aceptada entre las partes.
Según indicó, en derecho esta última acción se llama teoría de la voluntad de las partes, donde ambas partes aceptan las condiciones y no infringe ningún derecho, se puede considerar como válido. Agregó que el artículo 45 de la Constitución Nacional del Paraguay, estipula que lo que no está regulado, no puede ser considerado como ilegal. “Lo que no está prohibido está permitido”, acotó.
Ejemplificó que este artículo fue aplicado cuando la compañía Tigo incursionó en las billeteras electrónicas, generando discrepancia en el sector bancario.
“No estoy a favor ni en contra, creo que es un mecanismo más. Pero con todos sus riesgos. Si el día de mañana baja a cero su valor, tenemos que saber que es un riesgo. Si sube, enhorabuena, felicidades. Mucha gente se está haciendo de mucho dinero”, remarcó.
No obstante, para Canova el ecosistema de blockchain tampoco está exento de que el día de mañana pueda ser hackeado, y en ese caso no existe una entidad a quien reclamar; aunque sus precursores afirmen que las criptomonedas son lo más seguro que existe porque son imposibles de replicar y hackear.
A diferencia de la banca, las criptomonedas están descentralizadas y la decisión es tomada por sus portadores. El sistema blockchain es un libro contable, del que todos los validadores -para lo cual no existe condición de acceso- poseen copia del libro y la única forma de robar es que todos los validadores se pongan de acuerdo y borren el registro.
También reconoció que los sujetos bancarios están más obligados a ciertos cumplimientos legales frente a las criptomonedas, en tal sentido la competencia sí sería desajustada.
Por su lado, el economista Jorge Garicoche expresó que particularmente se adhiere a la sugerencia del Banco Central del Paraguay y ratifica que “los inversores de criptomonedas deben saber que se enfrentan a algo extremadamente volátil”.
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