¿Cómo empezaste a involucrarte en el mundo de la gastronomía?
Nací en Argentina, un 18 de agosto del 80, en un hogar de padres italianos, inmigrantes, trabajadores, que me inculcaron el amor por la cocina, el almorzar los domingos en la casa de la nona, crear un ambiente familiar. Mis padres y mis dos hermanos viven en Buenos Aires, en b, en la misma casa en donde nací. Estudié administración hotelera en el Ateneo, porque en esa época la cocina era tema de hombres y no estaba explotada. Me tocaron las pasantías en el hotel Sheraton de Retiro y me animé a entrevistarme con el chef executive, que justamente fue el mismo que inauguró el Sheraton Asunción. Me dio la chance y a los dos meses de culminar la pasantía me propuso quedar efectiva en cocina central. ¡Tenía tan solo 19 años! y estaba rodeada de hombres que solo creían que solamente servía para pelar papas y cebollas (risas).
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Recuerdo que fue mi mejor etapa de aprendizaje, muchos enojos, lágrimas, pero todos los días me levantaba y me presentaba con mi uniforme impecable y una sonrisa. Tuve grandes maestros que me hicieron profesional y adecuaron mi carácter a la cocina de hombres. Luego comencé a estudiar cocina en el IAG y me recibí. Ya con experiencia encima, nunca más dejé de trabajar en gastronomía. Pasé por todos los sectores, todos los horarios, catering, salí varias veces empleada del mes, hasta que me llegó esta oportunidad de volar luego de 12 años de trabajar en Buenos Aires.
¿Así fue que viniste a Paraguay?
Sí, mi jefe me dijo “Asunción es tu oportunidad Romy, saldrá todo excelente”. Y acá estoy, el 5 de septiembre cumplo cinco años en Paraguay. Sola con mis valijas, muchos sueños y desafíos por cumplir todos los días. Por suerte tuve el placer de viajar a varios países representando al hotel durante mi carrera, y espero poder seguir disfrutando de esto. Actualmente mi cargo es gerente de alimentos y bebidas.
¿Qué obtuviste durante todo este tiempo de carrera?
Mucho aprendizaje, mucha garra en todo sentido, mucho crecimiento profesional y personal. Puedo calificarme como una mujer que busca casi siempre la perfección y me siento muy libre de espíritu. Mis especialidades son las carnes, me encantan las pastas caseras, las cuales en mis ratos libres, que son pocos, cocino. Si debo describirme, soy una guerrera de la vida.
¿Cuál es mayor desafío de trabajar en un hotel como el Sheraton?
Todos los días es un desafío para mí; servir a tantas personas, ver temas referentes al servicio, cocina, cada detalle, cada evento me lo tomo como si fuese mío.
¿Qué tipo de comidas podemos disfrutar en el hotel?
Tenemos desayunos, almuerzos, cenas, eventos sociales, corporativos, servicios de té, servicios de baby shower. Además, contamos con una terraza, que es maravillosa para eventos, de jueves a domingos tenemos buffet gourmet. La barra de tragos, en el piso 11, es un lugar exclusivo, ideal para una cena romántica con servicio a la carta y la mejor vista de Asunción. Tenemos también festivales, que son únicos en la ciudad, por la calidad de la materia prima que se presenta y los chef que vienen de todas partes del mundo. ¡Nuestro servicio que es impecable!
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