Panorama empresarial y societario para el inversionista extranjero
Conforme a la legislación local, las empresas extranjeras pueden operar en Paraguay como sucursal de la matriz, o bien, a través de otras figuras como: las sociedades anónimas (S.A.), las sociedades de responsabilidad limitada (S.R.L.), o bajo la nueva figura de empresa por acciones simplificadas (E.A.S.).
Ante este escenario, es importante tener en cuenta las funcionalidades, los beneficios y las desventajas al momento de optar por alguna de ellas, contrastando especialmente la sucursal frente a las demás figuras jurídicas.
La sucursal es una suerte de brazo o extensión de una sociedad extranjera para operar localmente en el país, cumpliendo con las obligaciones y formalidades previstas para el tipo societario más similar al de su constitución. Según el Código Civil (CC), la sociedad constituida en el extranjero que tenga su domicilio en Paraguay, o cuyo principal objeto esté destinado a cumplir en éste, se considera una sociedad local a los efectos del cumplimiento de las formalidades de constitución o de su reforma y fiscalización, en su caso. Por tanto, las sucursales están sometidas al mismo régimen que las sociedades/empresas más comunes, como las S.A. y S.R.L., incluyendo las normas tributarias, comerciales y laborales.
En cuanto a las diferencias entre sí, podemos mencionar el funcionamiento interno de cada una, especialmente en cuanto a la operativa a la hora de formalizar la propia constitución, realizar actos de disposición, administración, o aplicar cambios que deben reflejarse en los estatutos.
¿Cómo funciona en la práctica?
Las sucursales deben constituirse en Paraguay acreditando su existencia en el país de origen, designando a un representante legal con radicación en Paraguay, y por supuesto, asignar un capital que - al inicio – no debe superar el de la matriz, ya que el nacimiento de la sucursal está limitado a la estructura de ésta.
La existencia y funcionamiento de la sucursal se rigen por los estatutos de la matriz, los cuales se homologan en Paraguay al ser transcriptos en una escritura pública, que sirve como documento de constitución de la sucursal, formalizada en base a los requisitos especiales que exige el CC. Cualquier actualización o modificación de los estatutos debe ser dispuesta por los accionistas y/o directivos de la matriz, debiendo cumplir con las formalidades exigidas por ley. Entre las situaciones que podrían presentarse, podemos citar: ampliación o limitación del objeto social, capitalización, destino de utilidades, reemplazo del representante legal y otros. Por tanto, cualquier procedimiento citado podría resultar largo y tedioso, por la burocracia que implica su implementación.
Adicionalmente, cabe aclarar que la sucursal debe llevar sus registros contables de forma independiente a la matriz. Asimismo, debe tramitar y obtener todos los permisos y habilitaciones legales y comerciales necesarios para operar en Paraguay, como cualquier otra sociedad.
Ahora, la diferencia más importante está en el hecho de que los actos de la sucursal obligan a la matriz, al ser un brazo operativo de la misma en Paraguay. No existe separación de responsabilidad, como ocurre al constituir una sociedad local, que es una persona jurídica distinta e independiente.
Otras figuras jurídicas en Paraguay
Alternativamente a la sucursal, las sociedades extranjeras pueden optar por establecerse en Paraguay mediante la constitución de una nueva sociedad o la adquisición de una sociedad preconstituida.
Esta alternativa podría simplificar el lapso para iniciar las operaciones, ya que los trámites para la constitución de una S.A. o S.R.L. podrían demorar menor tiempo, y más aun tratándose de una sociedad preconstituida, cuya adquisición de acciones o cuotas por la empresa extranjera podría ser una buena salida para operar rápidamente.
Ambas figuras, tanto la S.A. como la S.R.L, están bastante consolidadas en el sistema, y la conveniencia radica en la mayor flexibilidad que otorgan a los socios para decidir sobre su funcionamiento, administración e incluso transferencia a favor de terceros.
Así también, en cuanto a flexibilidad y dinamismo, no se puede dejar de mencionar la alternativa de las E.A.S., cuyo trámite de constitución se hace mediante una plataforma web gubernamental en un plazo de tres días hábiles, por instrumento privado y sin intervención notarial, siempre y cuando se cumplan todos los requisitos exigidos por la ley.
Más allá de lo expuesto, existen varios factores que pueden incidir sobre el ropaje jurídico para iniciar las actividades de una empresa extranjera en Paraguay, por lo cual se recomienda recurrir a una asesoría integral, a fin de lograr la estructuración más adecuada al proyecto planteado por el inversionista.
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