“Hay una economía nueva, que ya se instaló en el siglo pasado con la economía del conocimiento, y que ahora tiene más profundidad con el avance tecnológico, con la tecnología de la información, la inteligencia artificial, el blockchain, con la eficiencia en los procesos, factores que mejoraron la economía, que en lo básico sigue siendo la satisfacción de necesidades infinitas con recursos escasos”, dijo el economista Jorge Vergara.
La pandemia, una situación tan indeseada como inesperada, también aportó, en un espacio más reducido y con otros recursos, para suplir las necesidades que aparecieron en ese momento; y así se consolidó el home working -al menos en las actividades que permiten trabajar desde la casa-, por lo que hoy mucha gente ya no acude a la oficina, lo que a su vez significó un cambio en las relaciones laborales.
Hoy las transformaciones sociales, políticas, económicas, tecnológicas, conceptos como el cuidado del medioambiente y sostenibilidad obligan a replantear algunas verdades tradicionalmente aceptadas en el siglo pasado. No es que antes no formaran parte de la discusión, pero su presencia es más notoria en la actualidad.
“Creo que existe una nueva afectación en el mundo de las actividades económicas, lo que no significa que los economistas hayamos cambiado de pensamiento. Cuestiones que hoy afectan la discusión económica ya estaban presentes hace mucho”, señaló el también economista Jorge Garicoche.
El profesional aseveró que la cuestión ambiental estaba presente entre los economistas por lo menos desde los 70, y que los cambios tecnológicos y cómo afectan al crecimiento y al desarrollo económico siempre fueron una constante en la discusión económica, más allá de que las innovaciones tengan apariciones muy disruptivas y nuevas, como es el caso de la IA.
¿Cuál es el rumbo? “Las actividades económicas se están orientando hacia un modelo de sostenibilidad, que no es únicamente ambiental; por supuesto que eso es algo que se está mirando con mucha más fuerza, pero también tiene que ver con el sostenimiento del negocio. Los cambios son tan dinámicos que uno tiene que rever muchísimo más rápido sus productos, sus servicios y adecuarlos a lo que la demanda está exigiendo”, explicó Garicoche.
Añadió que eso también genera que las unidades económicas, las empresas o prestadores de servicios, vayan innovando constantemente. “La innovación no es algo que está presente sólo en las grandes empresas sino que tiene que estar presente en todos los estratos de actividades económicas, y también dentro de la planificación”, puntualizó.
Para Vergara, en el mundo, hoy el financiamiento está subordinado a condiciones de sustentabilidad. “Si nosotros no entendemos y no trabajamos eso, no vamos a poder captar inversión, ni capital, ni financiamiento. La sostenibilidad se convirtió en un jugador fundamental y casi imprescindible dentro del concierto económico mundial. Eso es algo que vino a quedarse”, remarcó.
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