“Hoy podemos decir que el programa está totalmente consolidado y en expansión. En estos dos años y casi tres meses gestionamos más de 42.000 viviendas, de las cuales 26.000 ya fueron entregadas y el resto está en construcción”, destacó el ministro.
Según datos oficiales, en este período el MUVH ejecutó 41.935 soluciones habitacionales, superando en un 20 % lo alcanzado por gestiones anteriores en cinco años. Pero más allá de las cifras, Baruja remarca el efecto multiplicador que esto genera:
“Cada vivienda significa trabajo para albañiles, carpinteros, electricistas, proveedores y desarrolladores. Sabemos bien lo que representa en la economía local construir una casa: empleo directo, movimiento comercial y oportunidades en todo el país.”
Uno de los motores de ese crecimiento es el programa Che Róga Porã, que se consolida como una herramienta esencial para el acceso a la vivienda y la activación del crédito.
“Estamos llegando a cerca de 4.000 créditos preaprobados y en análisis, con un monto de US$ 100 millones comprometidos para su ejecución”, detalló Baruja, al referirse a las dos etapas del programa que ya se encuentran operativas.
El ministro explicó que el esquema combina financiamiento público y participación privada, lo que permitió aumentar la confianza del sector. “Che Róga Porã es una alianza virtuosa. Demuestra que cuando el Estado y las empresas trabajan juntos, se genera inversión, empleo y desarrollo. Hoy los bancos y las desarrolladoras ven al MUVH como un socio estratégico”, afirmó.
Baruja adelantó además que el programa está comenzando su expansión internacional, con la presentación de la iniciativa ante paraguayos residentes en España y próximamente en Estados Unidos, quienes podrán acceder a viviendas en Paraguay a través del mismo sistema de crédito.
El ladrillo como motor del PIB
El ministro resaltó que el sector de la construcción es actualmente uno de los principales motores del crecimiento económico, proyectado en 5,3 % para este año.
“Las viviendas que estamos construyendo no son solo soluciones habitacionales, sino una herramienta para sostener el empleo y atraer inversión. La construcción mueve la economía desde abajo hacia arriba”, sostuvo.
En paralelo, el sector inmobiliario experimenta un crecimiento cercano al 30 %, impulsado en parte por el flujo de proyectos habitacionales. “Podemos decir que la vivienda pública dinamiza todo el ecosistema: empresas, materiales, servicios y empleo calificado”, agregó Baruja.
Mirada al futuro
Para el 2026, el titular del MUVH adelantó que se prepara una versión mejorada del programa.
“Vamos a lanzar una nueva etapa, lo que podríamos llamar un Che Róga Porã 3.0. Cada vez más familias confían en el sistema y más empresas se suman al desafío. Lo que logramos hoy se va a amplificar en los próximos años”, anticipó.
Con resultados récord, expansión del crédito y fuerte impacto en la economía real, la política habitacional se consolida como uno de los grandes motores del crecimiento paraguayo.
“Estamos sentando las bases de un desarrollo urbano y habitacional sostenible. Lo importante es que este progreso se traduce en trabajo, crédito e inversión. Eso es lo que verdaderamente transforma la vida de la gente”, concluyó Baruja.

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