En entrevista con InfoNegocios, el Ing. Paul Sarubbi, presidente de la Cámara Vial Paraguaya (Cavialpa), resaltó que el encuentro permitió que técnicos y profesionales paraguayos accedieran a conocimientos de última generación sin necesidad de viajar al exterior, una oportunidad clave porque —según afirmó— la logística y los costos suelen dificultar la participación en este tipo de espacios internacionales.
Sarubbi señaló que el congreso expuso nuevas tecnologías aplicadas a la construcción vial, especialmente relacionadas con el uso de mezclas innovadoras y métodos modernos que podrían mejorar el rendimiento y la vida útil de los pavimentos en el país. Sin embargo, remarcó que en Paraguay todavía falta animarse a realizar pruebas de campo. “A veces nos cuesta probar nuevas tecnologías. Necesitamos pistas de prueba. Si se construyen 20 kilómetros de carretera, el Ministerio podría instruirnos a realizar 500 o 1.000 metros con diferentes soluciones para comparar resultados”, expresó.
El titular de Cavialpa explicó que cada región requiere soluciones técnicas ajustadas a sus propias condiciones climáticas y materiales locales. Por eso, insistió en que el análisis debe considerar factores como zonas de alta o baja lluvia, diferencias entre la Región Oriental y el Chaco, y la disponibilidad de agregados pétreos. “Debemos entender qué conviene al Paraguay, cuáles son los mejores proyectos para cada zona”, afirmó.
Uno de los ejes más relevantes del CILA giró en torno a la sostenibilidad y el reciclaje de materiales existentes. Sarubbi remarcó que la tendencia global apunta a reutilizar asfaltos deteriorados, en lugar de desecharlos y producir nuevos desde cero. Explicó que la técnica conocida como RAP (Reclaimed Asphalt Pavement) permite triturar y reincorporar el material extraído de carreteras en rehabilitación, aprovechando tanto la piedra como los componentes asfálticos ya integrados. Esa práctica reduciría costos, tiempos, impacto ambiental y consumo de recursos naturales.
El congreso presentó más de 250 ponencias técnicas y casos reales aplicados en diversos países, que mostraron resultados positivos en laboratorio y en obras concluidas. Para Sarubbi, el desafío inmediato consiste en asimilar todo lo aprendido y trasladarlo a pruebas locales, lo que exige decisión técnica y acompañamiento del sector público. “Debemos animarnos a utilizarlo acá y probarlo acá”, sostuvo.
Al ser consultado sobre países modelo, el presidente de Cavialpa destacó a Brasil y Chile como referentes regionales en experimentación tecnológica. Explicó que esas naciones avanzaron gracias a la implementación de sistemas de concesiones viales, donde las empresas privadas administran rutas por largos períodos y tienen libertad para innovar. “Al concesionario se le exige calidad de servicio durante 30 años. Si se equivoca, asume el costo; si encuentra soluciones más económicas, se beneficia. Esa dinámica genera innovación constante”, señaló.
Para los usuarios y ciudadanos, Sarubbi aseguró que la aplicación de tecnologías adecuadas derivaría en mejor calidad y mayor durabilidad de las rutas, pero advirtió que el cambio depende del impulso institucional. Recordó que las obras públicas se ejecutan en base a proyectos diseñados por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y que las empresas constructoras deben ajustarse técnicamente a esas especificaciones. Por ello, resaltó la necesidad de un trabajo conjunto entre Cavialpa y las autoridades para incorporar gradualmente nuevas soluciones en los pliegos de licitación.
“Como gremio, siempre buscamos reunirnos con las autoridades e incentivar la implementación de tecnologías diferentes. Ese es el camino para mejorar la infraestructura vial del Paraguay”, concluyó.
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