En la modalidad individual femenina, la atleta Thaila Kreuz se alzó con la medalla de oro tras vencer a la representante de Turquía por 10-7 en una final cargada de emoción. Por su parte, la dupla mixta conformada por Marcos Vinicius y Fernanda Schwingel también alcanzó el oro al superar a Uruguay en una definición “extra”, una instancia que puso a prueba la sangre fría y el temple del equipo paraguayo. “Es una emoción que no tiene explicación. Todo puede pasar en la última mano, pero Dios estuvo con nosotros para campeonarnos”, expresó Ferreira, todavía con la euforia del logro.
El entrenador relató que la victoria no fue una sorpresa, sino el resultado de años de preparación y disciplina. “Nosotros venimos trabajando con este grupo desde hace tres años. En ningún momento dudé de que podíamos campeonarnos. No fuimos para competir, fuimos para ganar”, aseguró. Ferreira recordó que Paraguay ya había conquistado el título mundial en 2022, en Italia, y que este nuevo logro reafirma la constancia del proyecto que dirige.
Ferreira destacó también la actuación en el tiro de precisión, donde Paraguay consiguió dos medallas de plata (una en femenino y otra en masculino), aunque admitió que hubo margen para más. “Estoy muy contento con la plata de Thaila. Podríamos lograr el oro también, pero algunos tiros no salieron bien en la parte final. Son detalles que hacen la diferencia”, comentó el técnico, agregando que en el caso masculino el italiano fue “muy perfecto” y prácticamente imbatible.
El entrenador resaltó la importancia del título para el crecimiento de las bochas en Paraguay, un país donde el fútbol suele acaparar toda la atención deportiva. “Para nosotros que jugamos este deporte es un orgullo muy grande, una satisfacción poder defender a nuestro país a nivel mundial. Queremos elevar el Panamericano y el Mundial del próximo año en Paraguay para que todo el mundo conozca la grandeza de este deporte y pueda disfrutar con nosotros”, expresó con entusiasmo.
Ferreira explicó que el éxito del equipo juvenil se apoya en un trabajo coordinado entre la Secretaría Nacional de Deportes, el Comité Olímpico Paraguayo y la Municipalidad de Santa Rita. Además, adelantó que el gran desafío será mantener el nivel competitivo en el Mundial de Mayores que se celebrará el próximo año en el país. “Ya estamos trabajando en eso. Si Dios nos permite, espero estar ahí defendiendo la bandera de Paraguay como entrenador y jugador”, afirmó.
El técnico detalló su filosofía de trabajo con los jóvenes atletas, basada en la formación constante y la responsabilidad. “Tenemos escuelas en Raúl Peña, Santa Rita, Katuete y Asunción. Soy entrenador hace cuatro años de las selecciones juveniles, desde la sub-12 hasta la sub-23, y con mi experiencia como jugador trato de transmitirles lo que aprendí”, explicó. Ferreira recordó que también ha competido en Brasil, Panamericanos y Mundiales, incluso sobreponiéndose a lesiones que lo marcaron en su carrera.
Con la mirada puesta en el futuro, Ferreira confirmó que varios de los actuales campeones juveniles ya se integrarán a la selección de mayores. “Vamos a trabajar duro, con mucha responsabilidad, para seguir manteniendo en alto el nombre del deporte paraguayo”, aseguró. Y dejó clara su filosofía de competencia: “Nosotros no vinimos a pasear. Vinimos primeramente a campeonar y después, si hay tiempo, a pasear”.
El bicampeonato mundial juvenil de bochas representa mucho más que una medalla para Paraguay. Refleja el crecimiento de un deporte que gana terreno en el país y demuestra que, con disciplina, trabajo en equipo y pasión, los colores rojo, blanco y azul pueden brillar en cualquier escenario del mundo.

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