Siendo sinceros, la economía brasileña es una de las principales aliadas de nuestro crecimiento industrial, no solamente por la adquisición de productos nacionales, en estado natural o procesados, sino también por las diversas inversiones que realizan los empresarios brasileños, en todo el territorio nacional.
De acuerdo al economista Gustavo Rojas, miembro de Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep), antes de la crisis mundial de 2008, Argentina era la principal compradora de los productos paraguayos.
No obstante, después de este suceso, el mercado brasileño fue ganando cada vez más terreno, a tal punto que desplazó a Argentina como comprador, adquiriendo productos locales en mayor escala, y además realizando diversas inversiones en plantas industriales, por lo general bajo la modalidad de maquila.
“Cada vez más, las exportaciones nacionales fueron adquiriendo una postura de dependencia de este mercado importante, así como de las inversiones que provenientes de Brasil”, explicó.
Situación económica
Se debe tener en cuenta que Brasil se encuentra en un proceso de desaceleración económica debido a que los actores financieros están expectantes a lo que va suceder con las elecciones presidenciales. Y a partir de ahí, se tomarán decisiones de jerarquía, que determinarán la historia de sus empresas.
“Existe cierta recesión económica desde el 2014. Según la visión de ciertos economistas, para el año 2021 o 2022 recién se estará recuperando el nivel económico histórico, algo que activará tanto la función de los empleos, así como los niveles de actividad. Lo que se espera es que ese proceso de recuperación tome todo este tiempo”, apuntó.
Por el momento esta desaceleración no influyó negativamente en nuestro mercado, el cual envía aproximadamente un 65% de sus productos manufacturados a Brasil. Entonces se entienden que las condiciones seguirán el mismo rumbo, salvo que suceda algún inconveniente complejo de resolver.
Inversiones
El economista destacó que las inversiones bajo el régimen de maquila no se verán afectadas, porque no se tratan de inversiones descomunales, entendiendo que usualmente son las empresas pequeñas y medianas las que se instalan aquí. Aunque esto no significa que las grandes compañías no hayan llegado bajo esta modalidad u otros sistemas.
“La llegada de grandes corporaciones brasileñas se puede ver afectada, por diversas medidas que pueden ser políticas, financieras o incluso otras. Algunas de estas empresas prefieren invertir en su país de origen, teniendo en cuenta su arraigo, dependencia económica, posicionamiento de privilegio u otras”, señaló.
Lo que pasa es que las grandes empresas en Brasil tienen capacidad ociosa, es decir que no están produciendo al tope de su capacidad productiva, porque los factores económicos no generan las condiciones ideales para que esto suceda.
“Entonces si tengo cuatro máquinas, pero solo estoy usando dos, no tiene sentido comprar más maquinarias o invertir en el exterior”, afirmó. Así que solo resta esperar las elecciones presidenciales de Brasil para saber qué sucederá con el mercado.
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