Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay son los países que forman parte de la hidrovía Paraguay-Paraná. Se trata de una carretera fluvial que desde Corumbá, aguas abajo posee un alto tráfico y es una importante vía de entrada y salida de productos, pero sobre todo esto último, considerando lo vital que son las exportaciones para la economía de nuestros países.
Pasado, aparentemente, el remezón que supuso el desencuentro diplomático entre Paraguay y Argentina por el tema de la suspensión del cobro de peaje por parte de nuestros vecinos del sur, desde el Gobierno anunciaron la elaboración de un plan de inversiones para aprovechar todo el potencial de la hidrovía.
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Asimismo, según la información oficial, el canciller Rubén Ramírez Lezcano, también conversó con su par de Argentina, Santiago Cafiero, para llegar a un entendimiento respecto al cobro unilateral del peaje. ¿Qué opinan desde el sector privado?
“El camino que se está tomando es interesante, porque vamos a volver al principio básico de la hidrovía, que es encargar obras a lo largo de ella, porque cualquier obra de ingeniería que se haga en cualquier punto, más al norte o más al sur, impacta al resto de la vía navegable”, afirmó Juan Carlos Muñoz, director de la ANNP por el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay (Cafym).
El armador recordó que la vía navegable, que se extiende entre 2.600 y 2.700 kilómetros, soporta un tráfico que hoy mueve en total casi 25 millones de toneladas. “Sin duda se necesita coordinar qué tipo de obras, cuándo, y dónde se van a hacer y quién será el responsable desde el punto de vista económico, financiero y demás. Esto nos va a permitir llegar a tener una vía que garantice la navegación durante los 365 días del año”, agregó.
Para mantener la hidrovía navegable todo el año se necesitan obras de ingeniería de gran magnitud y no solamente el dragado permanente, lo que necesariamente va a implicar el cobro de una tarifa a los usuarios, y no solamente de parte de Argentina, sino también de los demás integrantes de la hidrovía, un tema que fue abordado por el presidente de la República, Santiago Peña y el ministro de Economía argentino Sergio Massa, entre otras autoridades.
“Hay que ver cuál es el planteamiento que se tiene de manera conjunta respecto a cuál sería el costo de los eventuales peajes, es un tema a discutir, porque no es menos cierto que en esta vía navegable lo de mayor volumen son commodities”, dijo Muñoz.
Muñoz destacó específicamente a dos productos: la soja y los subproductos de la oleaginosa de origen paraguayo, que son casi unas 10 millones de toneladas, y otro commodity, el mineral de hierro de Brasil, que significan otros 5 millones de toneladas. “Ese es el enfoque que hay que darle con respecto a los cargos que tengan que ver con esos productos”, añadió Muñoz.
El empresario indicó que es cierto que el prestatario del servicio trata de minimizar costos, pero no lo es menos que si se tiene la garantía de servicio en la vía navegable, en algún momento se deben unificar criterios al respecto. Insistió en que para los armadores paraguayos es importante que exista un plan de intervención integral en la vía, que los servicios sean realmente prestados, y que se garantice navegabilidad los 365 días del año.
“Y cuando hablemos de tarifas, estas tienen que compadecerse con el tipo de producto que se transporta de manera masiva. Pero mientras tanto se tiene que suspender el cobro de peajes de parte de Argentina; hagamos un alto el fuego, suspendamos el cobro y sentémonos a negociar. No se puede negociar si ellos siguen cobrando tarifas que nosotros no aceptamos, porque no hay contraprestación efectiva de servicio”, manifestó.
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