“El movimiento fue el esperado. Muchas obras que estaban aprobadas por la Municipalidad (de Asunción) comenzaron su ejecución y se espera que para fin de año varias de ellas estén terminadas”, expresó Julio Delgado, al tiempo de mencionar que Villa Morra y los alrededores de los shoppings —especialmente sobre avenidas como Santa Teresa, Mola López y Santísima Trinidad— siguen liderando el crecimiento edilicio.
Sobre los desarrollos que se están proyectando en las afueras de la capital, Delgado destacó que actualmente existen varios proyectos en la zona de la ribera del lago Ypacaraí que apuntan al modelo de barrios cerrados, una tendencia en alza dentro del sector de viviendas privadas de media y alta gama, al igual que la venta de unidades tipo departamentos.
Desde la visión gremial, el semestre también fue favorable en términos de ventas. “Fue un buen semestre. Hay movimiento, se está vendiendo, lo que indica que hay todavía un fuerte interés del inversor y de quienes necesitan vivienda”, comentó Edgar Salum. Aunque no se cuenta con estadísticas consolidadas, la percepción entre los socios es que muchos lograron incluso mejores resultados que en el mismo periodo del año pasado.
El crédito, clave para sostener el crecimiento
Sin embargo, ambos consejeros coinciden en que el principal desafío para mantener el dinamismo inmobiliario es el acceso al crédito. Actualmente, el producto Che Roga Porã —una línea de financiamiento para vivienda impulsada por el Gobierno y financiada a través de la AFD— tiene un tope de G. 500 millones, equivalentes a unos US$ 65.000, monto que queda por debajo del valor de la mayoría de las unidades desarrolladas por los socios de Capadei.
“Hoy en día, en Asunción, con ese monto uno apenas accede a un monoambiente o un departamento de un dormitorio. Por el costo del suelo, los trámites y otros factores, es inviable ofrecer productos familiares a ese precio en el centro de la ciudad”, señaló Salum.
Desde la Capadei, el gremio propone elevar ese tope a G. 800 millones (alrededor de US$ 100.000), lo que permitiría incluir un mayor volumen de productos habitacionales dentro del esquema crediticio y facilitar el acceso a la clase media formalizada. “El paraguayo no tiene una cultura del ahorro. Por eso, un crédito accesible y bien diseñado es indispensable para que más familias puedan vivir cerca de donde trabajan o estudian”, insistió.
Otro punto pendiente que frena el desarrollo eficiente de políticas públicas urbanas es la falta de estadísticas confiables. Capadei había propuesto años atrás construir una base de datos abierta —en alianza con la Municipalidad de Asunción— para mostrar qué obras se aprueban, en qué barrios y con qué características. Sin embargo, el convenio firmado no se llegó a implementar.
“La idea era generar un inventario urbano que sirva tanto para inversores, compradores como para la propia comuna. Pero no se logró avanzar por falta de voluntad política”, lamentó Salum. Desde la cámara, no descartan retomar el proyecto, aunque reconocen que probablemente deba esperar a una nueva administración municipal.
En la segunda mitad del año, la expectativa del sector sigue siendo positiva, con una fuerte apuesta al segmento medio-alto de viviendas, especialmente departamentos. No obstante, el gremio insiste en que el impulso deberá venir acompañado de herramientas financieras más acordes a la realidad del mercado.
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